Benito 1

Fue lo que estudió, pero no ejerció como abogado. Su dominio del inglés y su pasión por la comunicación y el deporte, además de mucho trabajo, le han llevado a estar presente en los principales campeonatos del mundo. Desde ‘el otro lado’ (Benito Pérez es jefe de prensa de importantes figuras de este ámbito, entre otros Novak Djokovik), el mentor de la rama de Periodismo ‘Adecco Experience Day’ conoce a la perfección los secretos de su profesión.

¿Cómo llegó al mundo de la comunicación?
De rebote, porque yo estudié Derecho. Mi primera experiencia fue en el Circuito de Jerez con Dorna Sports [agencia de gestión y marketing deportivos], que llevaba el Mundial de Motociclismo. Estando allí me llamaron de la Asociación de Tenistas Profesionales (ATP) en Montecarlo, donde estuve diez o doce años.

¿Cuáles fueron sus primeros maestros en Jerez?
Manuel Arroyo y José Ramón García. El primero, de Dorna Sports, lo fue sin saberlo; llevaba todo el Campeonato de España de Gran Turismo y me enseñó, con su ejemplo, la diferencia que hay entre el estudiante y el profesional. Con el segundo, que era el director del Circuito de Jerez, aprendí que tu trayectoria profesional depende de ti, de tu iniciativa, de tu trabajo… Si alguien no te dirige bien, que es lo que me pasó a mí luego en la ATP, donde ocupé diferentes cargos y realicé diferentes funciones, te cuesta mucho más.

Después funda su propia empresa, B1PR, especializada en comunicación y márketing deportivo…
Sí, no he sido el típico que ha dado muchos saltos en su carrera. Eso, sea cual sea tu profesión, es malo y bueno a la vez. Depende. Lo peor es llegar a cargos, rápidamente, sin experiencia o sin merecerlo; donde vayas siempre tienes que hacerlo de la mano de alguien, que se aprende un poco más.

¿Y cuál fue su caso?
Yo me fui con un paracaídas muy grande que se llamaba Rafa Nadal [también es su jefe de prensa], que te abre muchas puertas y te facilita el trabajo.  Más difícil es expandirte…

¿Cuál es el secreto del éxito de una empresa de comunicación?
Saber de quién rodearte; tienen que ser buenas personas y muy honestas. Y no digo sinceras, que la gente lo confunde.

En su profesión ya no sólo se aprende de jefes y socios , también de clientes… ¿Qué le han enseñado los deportistas con los que ha trabajado?
Lo primero, la humildad, y después, el trabajo duro. Son profesionales capaces de asumir derrotas y seguir siempre adelante. Pero se aprende de todos; ahora también llevamos otros tipos de profesionales y empresas…

Ahora le toca el turno a usted como maestro en el ‘Adecco Experience Day’. ¿Qué le enseñará al estudiante o profesional que sea seleccionado para la categoría de Periodismo?
Pobrecillo [ríe]. Será durante los primeros días del campeonato, en los que se trabaja más porque se hacen todos los previos de prensa: entrevistas concertadas, eventos con los patrocinadores… En esos momentos tienes que hacer de todo, desde ir a ‘El Larguero’ a organizar una rueda de prensa con televisiones internacionales…

———————-

Periodismo, una profesión con dos caras
A uno u otro lado de los medios, el periodista debe ser experto en redacción y en edición y dominar los programas informáticos en los que éstas se apoyan. En el primero, el de la prensa, la radio, la televisión e Internet, debe ser ágil y creativo y, en el segundo, correspondiente a las agencias y gabinetes, tener las cualidades anteriores además de dotes para las relaciones públicas.

Pero si hay distinción entre uno y otro profesional de esta rama, ésta se encuentra en la experiencia y, como afirma Jesús Echevarría, director de Adecco Professional, «tener contacto directo y diario con la información. Sin él, el periodista tendría ante sí un ‘handicap’ muy difícil de superar». Después, y para facilitar el acceso el mercado, llega la especialización: «Es una ventaja comparativa —comenta—. Ante la diversidad de áreas y canales, esta formación juega un papel importante a la hora de buscar empleo». El añadido puede venir, en este sentido, por los idiomas y el posgrado. Y si el profesional quiere abrirse paso en la comunicación corporativa, este valor añadido se convierte en imprescindible.

En cuanto a la inserción laboral, Echevarría reconoce que «los medios viven un periodo convulso en el que la demanda, lejos de crecer, ha descendido», pero aporta varias salidas —«esta situación da lugar a otro tipo de oportunidades, como el caso del periodismo ‘online’ y, en menor medida que años anteriores, los gabinetes de prensa, especialmente de ayuntamientos e instituciones»— y una advertencia salarial: «Los periodistas que trabajan como redactores, sin personas a su cargo, suelen ganar entre 1.000 y 1.200 euros al mes, a los que habría que añadir ciertos complementos. En el caso de de los gabinetes los salarios pueden llegar a los 30.000 o 35.000 euros brutos anuales».