Las previsiones de contratación siguen sin remontar

Seis meses más. Acostumbrados a apretarnos el cinturón del optimismo, los empresarios prefieren que sigamos conteniendo la respiración, como mínimo, hasta julio. El Índice de Perspectivas Laborales (IPP), que confecciona el Instituto de Estudios Laborales (IEL) de Esade Business School en colaboración con ABC, no da posibilidad de holgura; aunque la actividad de contratación se recupera con 91 puntos, para empleados, y 83, para personal directivo, ambos índices siguen por debajo del 100 que reflejaría la estabilidad en el mercado laboral. Los directores y responsables de recursos humanos de las cerca de doscientas empresas consultadas para este informe piden cautela. Y es que, aunque el 19% de ellos pretende aumentar plantilla —frente al escaso 13% que lo tenía en mente en julio de 2009—, un 45% admite que no va a ofertar nuevos puestos de trabajo y un 36% dice seguir con la tendencia del recorte. Aún más, cerca del 60% no tiene intención, siquiera, de cubrir las vacantes, un porcentaje superior al del comienzo del año pasado.

 

Poco aliento para los 203.200 desempleados que según la última Encuesta de Población Activa (EPA) se sumaron a la cola de un paro histórico. Éste, que alcanza ya los 4.326.500, es el principal motivo de otro récord, el de la caída del índice en la dificultad de contratación —el 49% piensa que no tendrá problemas en caso de hacerlo— y que pospone el reinicio de la batalla por el talento. Los próximos meses, de los pocos movimientos positivos que lleven a cabo los responsables de recursos humanos consultados durante el último semestre de 2009, sólo se beneficiarán los especialistas en compras, finanzas, TI e ingeniería, áreas para las que buscarán técnicos —en un 20%, porcentaje bastante superior al que nos hemos acostumbrado este año— y mandos intermedios. Otros ámbitos como el de personal, el de producción o el de servicio al cliente, más estables en la crisis que ahoga a muchos, empezarán, por el contrario, a perder fuelle.

La gestión de relaciones será el valor diferencial de estos perfiles dentro de un proceso de selección en el que también primarán las capacidades cognitivas y de razonamiento. O lo que es lo mismo, las empresas contratarán a profesionales a los que la crisis les haya agudizado el ingenio, y la mano izquierda. Para ellos y para los que aún no les haya llegado esa inspiración, un par de claves: los consultados centrarán su búsqueda de candidatos a través de Internet, referencias y recomendaciones personales. La gran noticia en este apartado no es para el candidato, sino para la industria que genera el mercado del empleo; los cazatalentos aumentarán su actividad esta primavera, y  una de cada cuatro empresas recurrirá a ellos para encontrar directivos.

Por comunidades, este movimiento no se notará tanto en Cataluña, País Vasco o Valencia, que mantendrán sus expectativas de contratación a diferencia del resto de regiones, que vuelven a caer. Sí empezarán a respirar en Madrid y Galicia, donde se registrará un leve repunte que las colocará en el nivel de hace año y medio.

Ligero optimismo

Los que se queden en la empresa tendrán como salvavidas el ligero optimismo con el que se enfrentan los especialistas en sus previsiones para los próximos seis meses. Los directivos no prevén mejorías en el negocio, pero el número aquellos que otrora no veían la luz al final del túnel, entonces un 39%, hoy supone un 31%, y más de uno de cada cuatro consultados ya reconoce una tendencia al alza en la demanda de productos y servicios. Las que más, la empresa pública y las que no tienen ánimo de lucro; la que menos, la compañía privada.

En esta última, y con un nivel superior de estrés entre los  supervivientes a los despidos  —prueba de ello es que en esta ocasión Esade ha preguntado por él a sus fuentes de estudio—, no es de extrañar que no haya apenas cambios en su retribución anual. Es más, el 26% de las compañías espera una disminución en sus salarios. Pese a ello, y porque a la fuerza ahorcan, los trabajadores permanecerán en sus empresas otros seis meses más, ya que la previsión de que la rotación se mantenga supera el 60%.

Jubilaciones

Las bajas que sí se estabilizan son las de las jubilaciones. El índice centrado en este apartado, y para el que se ha consultado a los directores y responsables de recursos humanos durante el último semestre, pone de manifiesto que el número de acciones relacionadas con este ámbito desciende. Durante los próximos meses, un 33% de las empresas jubilará a entre uno y diez empleados. El área más afectada será la de producción, seguida, muy de lejos, por la de ventas. El incremento con respecto a anteriores periodos lo padecerán otros ámbitos como servicio al cliente, TI y compras.

 

Pero que estos ámbitos sean por los que precisamente se moverá el mercado, no supone un respiro, porque el 33% de los consultados insiste en sus previsiones de no reemplazar a los retirados, casi el doble de los que sí lo hacían apenas hace dos años. Habrá que esperar, pues, a que las expectativas de negocio y la previsión en el alza de la demanda de productos y servicios se convierta en realidad o, al menos aumente. Hasta entonces, el optimismo, aunque leve, no se reflejará en la creación de nuevos puestos de trabajo.

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