Innovación. Para mantener, o incluso mejorar, los niveles de calidad en un escenario en crisis que impone contención en los gastos y donde las aseguradoras libran su particular guerra de primas. A la hora de resumir su estrategia, los directores de recursos humanos de cinco de las principales empresas del sector recurren sobre todo a esta palabra, «innovación»; después, matizan y concretan su significado con otros tantos vocablos —«eficacia», «motivación», «compromiso», «creatividad»…— que vienen a componer el retrato robot de una actividad que aportó el 5,35% al Producto Interior Bruto en 2008 y que, pese a la caída en las matrículas de los coches o en la venta de viviendas, logra mantener la compostura en medio de las turbulencias. En el primer semestre del año, con 31.224 millones de euros de ingresos por primas, el sector del seguro en España creció un 1,6% respecto al mismo semestre de 2008. Según los datos de la patronal, Unespa, la evolución positiva de los seguros de vida, salud y multirriesgo han conseguido contrarrestar los efectos de otros que, como el del automóvil, cuyo descenso se cifra en un 7%, han corrido peor suerte.

A finales del pasado mes de septiembre, Infoempleo.com y la firma de recursos humanos Randstad organizaron un desayuno de trabajo, el primero de una serie de 12 que se prolongará a lo largo de un año, en torno al empleo en el sector seguros. Acudieron a la convocatoria los directores de recursos humanos de cinco de las principales aseguradoras: Ramón del Caz (AXA), Mar Garre (Línea Directa); Jesús Golderos (Adeslas); Coral González (Sanitas) y Enrique de Martín (Groupama Seguros). Todos ellos convinieron en que, con el nuevo ciclo económico, han bajado los índices de absentismo y rotación —éste último entre un 30% y un 50%, según Marta Ferreiro, Key Account Manager de Randstad—. Pero, a cambio, una mayor incertidumbre se ha instalado en la plantilla. «Por eso, en momentos como éste hay que hacer más hincapié en la comunicación —afirmó Ramón del Caz—. Para que no teman por su puesto, pero también para que sean conscientes de que determinados costes —tales como la cena o la cesta navideña— pueden ser reducidos o, incluso, eliminados. En una situación como ésta, hay mucha incertidumbre, y la gente tiene que saber lo bastante como para concentrarse en el trabajo y no dar más vueltas a la cabeza».

Pasó el tiempo de fichar o retener a los mejores a golpe de talonario. Ahora se imponen otras prácticas, mucho más vinculadas al salario emocional, para satisfacer a la plantilla. Y las aseguradoras, que bregan en un mercado muy competitivo, necesitan tener de su parte al equipo. «Un gran reto de un sector tradicional como éste es evolucionar hacia estructuras flexibles que permitan abordar los cambios. Pero, para ser una compañía innovadora, la gente te tiene que acompañar. De ahí que sea imprescindible mantener el nivel de compromiso en la plantilla. Podemos recortar las políticas más “glamurosas”, pero esto nos obliga a ser más creativos con la puesta en marcha de otras que requieran menos inversión», destacó Mar Garre. «Ya no es tan fuerte el peso de la retención, pero es muy importante que haya motivación y compromiso», añadió Coral González.

Iniciativas como la Terraza Groupama, que abre las noches de los viernes en verano para fomentar la cultura corporativa entre los empleados, forman parte de las nuevas tendencias