Hablar de redes sociales y búsqueda de empleo es siempre sinónimo de nuevos recursos y caminos para encontrar ese punto de diferenciación con el resto de candidatos en un proceso de selección.
Sin embargo, a veces nuestros perfiles no están acorde con la imagen que queremos transmitir a las empresas y en algunos casos pueden ser la causa de que perdamos las opciones de conseguir trabajo.
Según un estudio de Young People’s Consumer Confidence (YPCC) en el que han analizado a 6.000 jóvenes de entre 16 y 34 años, uno de cada diez candidatos es descartado por sus perfiles en redes sociales.
Este mismo estudio revela que los jóvenes son más propensos a elaborar sus perfiles en redes en consonancia con sus gustos y el de sus amigos, y no tienen en consideración las posibles empresas que los puedan contratar.
Cada vez más empresas buscan información sobre sus candidatos a través de redes sociales, y por eso es tan importante tener un buen perfil o al menos, no dar información que pueda dañar nuestra reputación o infravalorar nuestra valía como trabajadores.
Al fin y al cabo, las redes sociales son una herramienta más de comunicación y somos nosotros los pincipales responsables de la información que compartimos y subimos a internet. Es necesario tener una mayor conciencia de los efectos e influencia que los medios sociales pueden tener en nuestra vida diaria, si no los gestionamos con responsabilidad.
Esto es importante también, una vez ya seamos trabajadores, ya que los medios se han hecho eco de algún caso de despido por opiniones publicadas en redes sociales en las que el trabajador carga contra la empresa, y se produce el tan temido despido.
Por tanto, tener una actitud responsable durante la búsqueda de trabajo, en la gestión de nuestra propia presencia en redes sociales (editar periódicamente nuestros perfiles, y comprobar que los tenemos actualizados y revisados), será una buena táctica, para evitar posibles descartes de las empresas.