Juan José Nieto, presidente de HSM.
Dice Gary Hamel, probablemente el experto en «management» más admirado de la actualidad, que «los líderes tienen que aprender a cambiar las cosas por medio de la motivación, inspirando a la gente y creando un mejor ambiente de trabajo».
Teniendo en cuenta esta realidad, ¿cuál sería el inmediato desafío del «management» actual? Una posible respuesta estaría relacionada con crear organizaciones basadas en la confianza y la transparencia. Como es obvio, liderar en la transparencia se diferencia en todo del liderazgo vertical. La honestidad, la veracidad, la integridad, el respeto por el otro y la capacidad de escucha, son cualidades que describen al líder emergente.
Hamel está convencido de que si bien el «management moderno» es una de las invenciones más importantes de la humanidad, hoy en día se ha convertido en una «tecnología madura» que debe ser reinventada. A su juicio, esa inspiración que persiguen actualmente las empresas y sus líderes, exigirá una nueva y genuina revolución en el «management».
Si bien las prácticas de «management» de la era industrial no serían adaptables para triunfar actualmente, ¿cuáles son los principios que deberían adoptar las empresas? El mundo actual las obliga a tener una capacidad de adaptación mucho mayor, ser innovadoras en la nueva economía «de la Web», que estimula la transparencia, la flexibilidad y la colaboración.
Y en este contexto, ¿qué lugar ocupa la formación? Si tenemos en cuenta que ésta va ligada al descubrimiento de esas tendencias que hoy en día están transformando el «management», y aceleran sin duda su innovación, no solo ocupa un lugar primordial, sino que actúa como referente, como punto de partida para descubrir los principales retos que debemos abordar para reinventar nuestras empresas.
En este sentido, en HSM asumimos el compromiso como embajadores de esas nuevas perspectivas de la gestión, transmitiendo conocimiento exclusivo, enunciado por referentes a nivel mundial y ofreciendo una oportunidad para conocer las tendencias que están transformando el mundo.
Remitiéndome de nuevo a Hamel, a quien admiro por desafiar los dogmas y las teorías convencionales, sostiene que innovar en los principios y prácticas de la gestión es un imperativo. Y estoy de acuerdo. Podríamos empezar por ser revolucionarios en nuestra manera de pensar. No es fácil desarraigarse del viejo modelo de liderazgo. Pero en definitiva, lo importante es que las organizaciones impulsen el cambio como un proceso autónomo para construir compañías capaces de renovarse continuamente, sin necesidad de que ocurra una crisis. Compañías que se arriesgan para ganar.