Ejemplo práctico de focus group para aplicar en tu empresa

Focus group: ejemplo práctico de cómo utilizarlo en tu empresa

El focus group es una técnica de investigación que se utiliza en diferentes ámbitos como, por ejemplo, los Recursos Humanos o la investigación de mercados. Se trata, a grandes rasgos, de solicitar a un grupo de personas que deliberen libremente sobre un asunto concreto. A continuación, te hablamos de los beneficios de esta técnica y te proporcionamos un ejemplo práctico de focus group para que tú también puedas utilizarlo en tu empresa.

Beneficios de realizar un focus group

El focus group es una técnica cuya práctica puede tener un impacto muy positivo en tu empresa. Por un lado, te permite conocer mejor a los miembros de tu plantilla desde un punto de vista muy diferente. Podrás ver qué roles adopta cada uno de ellos durante una discusión, cuáles son sus ideas y de qué manera las defienden. Además, tendrás la posibilidad de centrar las sesiones en aspectos relacionados con diferentes ámbitos de la compañía, de modo que conocerás mejor sus opiniones siendo de este modo una importante herramienta para mejorar la comunicación interna.

Todo esto te permitirá conocer el grado de bienestar de los integrantes de tu equipo y llevar a cabo acciones que les ayuden a mejorar su autoconcepto y su autoestima. Otra opción es utilizar estos encuentros para diseñar medidas que mejoren la situación de los trabajadores en la empresa.

Por otro lado, también tienes la opción de aplicar el focus group a tus estrategias de selección de personal. De este modo, puedes recurrir a esta técnica y combinarla con otras como el role play para hacerte una idea más precisa de cómo son tus candidatos.

Ejemplo práctico de focus group

Para llevar a cabo esta técnica debes seleccionar primero a los miembros de la empresa que quieras que participen. El número ideal de personas para llevar a cabo esta actividad es de entre seis y ocho. Piensa que, si te excedes, puede darse la situación de que haya empleados que no lleguen a intervenir o que intervengan muy poco, de modo que no conseguirás tu objetivo.

Todos los convocados deben ser citados en un espacio libre de ruidos y distracciones. Es necesario generar una atmósfera agradable en la que todos se sientan cómodos. Lo ideal es que tú asumas el rol de moderador. Así, cuando todos estén sentados puedes anunciar el tema sobre el que versará la discusión. Una buena opción es, por ejemplo, proponerles hablar sobre la igualdad en el mercado laboral, en relación al salario, a las funciones, etc.

En el caso de optar por un focus group enfocado a la igualdad laboral, la información que de él se saque te permitirá conocer de primera mano si existen discriminaciones en tu empresa y, en base a eso, tomar las medidas pertinentes para acabar con el problema, si es que lo hubiere.

En estas sesiones es importante que animes a todos los presentes a participar y que procures que nadie se quede en silencio. Si esto ocurre, puedes hacer preguntas directas a las personas que se estén expresando menos.

Tu papel ha de ser completamente neutral y tus intervenciones deben estar encaminadas únicamente a dirigir el debate. Puedes optar por tomar notas o por grabar la sesión, pero, sea como sea, es importante que tengas un registro de todo lo mencionado. Para terminar, es importante que agradezcas a todos su participación.

Este ejemplo práctico de focus group es solo una muestra de lo que esta técnica puede aportarte. Recuerda que, como miembro de RRHH, conviene que busques nuevas formas de acercarte y conocer a los miembros de tu equipo. Solo así podrás hacer lo mejor para ellos y para tu compañía.   

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