Actualmente muchas de las empresas se han vuelto puramente transaccionales y deshumanizadas, sin ningún tipo de enfoque real en las personas.

Por eso, los trabajadores sienten que sus jefes los tratan más como un recurso humano que como un ser humano, y nos hemos vuelto tan dependientes de la tecnología como medio de comunicación que las oportunidades de conectarse y cuidarse unos a otros a un nivel humano básico son escasas. Se pierde la confianza. De ahí, la importancia de humanizar tu oficina.

Vivimos inmersos en una cultura de «ocupados», tenemos poco tiempo para cuidarnos a nosotros mismos y mucho menos a nuestros compañeros de trabajo. En un intento de buscar la conexión humana, algunos pasan más tiempo en el trabajo que con su familia.

Humanizar tu oficina genera un mejor rendimiento laboral, se consiguen mejores niveles de retención de empleados y se mejoran las relaciones con los clientes, ya que tanto los empleados como los clientes responden positivamente cuando se sienten cuidados y valorados. 

Además, son los actos espontáneos entre compañeros en la oficina los que marcan la diferencia y contribuyen a la humanización de la oficina. Cuando nos sentimos movidos a ayudar a alguien que está pasando por un momento difícil, esa persona se siente protegida, siente el apoyo de sus compañero y se siente entendida.

¿Qué se necesita para humanizar y construir una cultura de empatía?

Existen algunas estrategias básicas para humanizar el ambiente de tu oficina:

Cultura

En las empresas compasivas, la jerarquía puede ser difícil de detectar. Los espacios físicos de estas organizaciones también se ven y se sienten diferentes, como por ejemplo la distribución de los puestos de trabajo de las oficinas, donde los que están en posiciones de dirección o de poder a menudo son indistinguibles de otros empleados. 

Los compañeros de trabajo se tratan entre sí con un sentido de igualdad y respeto mutuo, sin que ninguna persona sea más importante que otra.

Es probable que sus valores incluyan palabras como «confianza», «igualdad», «equilibrio», «respeto» y «cuidado», y que los empleados de todos los niveles encarnen estos valores en la forma en que se relacionan entre sí y en la forma en que interactúan con sus clientes o consumidores.

Network social

Las relaciones sociales son superautopistas de las emociones en el trabajo, ya que las personas forman naturalmente networks sociales con quien compartir información, discutir tu vida fuera de la oficina u ofrecerse consejos unos a otros. La fuerza de este network social son los bloques de construcción de la compasión corporativa que contribuye a humanizar el entorno laboral.

Sistemas y prácticas

Son las políticas y los procedimientos los que consagran la cultura y ayudan a integrar la compasión en las empresas.

Las prácticas de trabajo basadas en humanizar a través de la confianza y el respeto, como la comunicación transparente, la toma de decisiones participativa y las políticas favorables de recursos humanos, favorecen una cultura de la compasión y empatía. 

También es evidente que las empresas que promueven la humanidad y la dignidad en todos sus sistemas y prácticas experimentan una mayor retención y compromiso entre su personal. Lo que revierte en una mayor productividad mejorando el rendimiento de la empresa.

Una empresa con una buena cultura y trato a sus empleados será una empresa en la que los trabajadores quieran mantenerse. Y de la que hablarán bien, tanto a conocidos como a posibles clientes. Aplicando estas estrategias conseguirás humanizar la empresa resultando en muchos beneficios directos.