Computación en la nube –o ‘cloud computing’, en inglés–, software para presentaciones a distancia, redes sociales, foros, chats… La formación ha dejado de estar encerrada en el aula para abrirse a todas estas herramientas colaborativas digitales. Profesores y alumnos están en contacto permanente sin necesidad de concentrarse en un lugar físico y el proceso formativo se enriquece con aportaciones de cada uno.
En el Centro de Estudios Financieros (CEF) –con campus en Madrid, Barcelona y Valencia– utilizan desde hace tiempo, y de forma habitual, este tipo de herramientas colaborativas. Un ejemplo son las aulas virtuales, diseñadas para la realización de trabajos fin de curso y de máster como lugares de encuentro entre el profesor –tutor del trabajo– y los alumnos. «Las aulas disponen de espacios para la comunicación en tiempo real –herramienta de comunicación síncrona, que permite la celebración de sesiones telepresenciales– y diferido –foros de debate para la comunicación asíncrona desde donde los alumnos pueden comunicarse entre ellos y con el profesor–», explica Ana Landeta, directora de Innovación de CEF y la Universidad a Distancia de Madrid (UDIMA). A ello se añaden entornos que favorecen la escritura colaborativa, como Google Docs y Wikis, que facilitan la elaboración de las actividades didácticas en equipo, así comode espacios habilitados para la remisión de las actividades al profesorado en tiempo real. Son herramientas que se utilizan en programas que oferta el centro, como el Máster Profesional en Dirección y Administración de Empresas (MBA), el Máster Profesional en Práctica de la Abogacía y el Máster Profesional en Derecho Ambiental.
Cambio de foco
«Las herramientas 2.0 significan un cambio de foco y de enfoque en la educación», explica Elena Barberà, directora de Investigación eLearn Center/UOC, de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC), un centro que ofrece formación exclusivamente online: «De foco porque los mismos contenidos dejan de ser la clave en la adquisición del conocimiento y son los aprendizajes que se desprenden de la interacción einteriorización de la información lo que pasa a primer plano. De enfoque porque este proceso va acompañado de una manera de enseñar distinta, más abierta y adaptable, menos centrada en el profesor y en la institución educativa».
Y, en este nuevo panorama, también cambia la relación entre el profesor y el alumno, «en nuestro caso a mejor», señala Ana Landeta, del CEF: «Comunicarnos en todo momento desde cualquier lugar y recrear situaciones de la práctica profesional que refuerzan los contenidos objeto de estudio en los diferentes programas formativos implica un valor añadido significativo. Nuestros alumnos valoran muy positivamente las oportunidades que les brinda las herramientas 2.0; refuerzan su sentido de pertenencia a la comunidad de aprendizaje». Para muestra, dice, la excelente participación de los alumnos en sus grupos de Facebook y Clubs de LinkedIn.