Más del 70 por ciento de los directores financieros reconoce que está participando actualmente en la toma de las decisiones más relevantes de sus empresas. Sin embargo, estos profesionales creen que no están preparados para hacer frente a la ampliación del ámbito de la función financiera.
Las conclusiones del Estudio Global de la Función Financiera 2010 elaborado por IBM destaca la distancia existente entre la importancia que asignan estos directivos a sus tareas y la eficiencia con que las desempeñan.
«El reto –para los directores financieros– es conseguir una mayor influencia sobre toda la empresa, trabajando sobre la eficiencia y el conocimiento empresarial para tomar mejores decisiones, prever sus resultados y poder tener un mejor retorno de la inversión», señaló el vicepresidente de IBM Global Business Services para España, Portugal, Grecia e Israel, David Soto.
De hecho, sólo el 50% de los 1.900 directivos y altos ejecutivos encuestados considera que sus departamentos son eficientes a la hora de aportar los conocimientos de negocio necesarios para afrontar las prioridades de la empresa, sobre todo en lo que se refiere a la integración de la información.
Ante las dificultades económicas que afrontan las empresas, los directores y altos ejecutivos (60%) consideran necesarios realizar cambios importantes en sus organizaciones en los próximos tres años para dar respuesta a las necesidades del nuevo entorno económico que exige reducir costes, tomar decisiones más rápidamente y proporcionar mayor transparencia a los accionistas.
Perfiles de CFO
El informe identifica cuatro perfiles de directores financieros en los que ellos mismos se encuadran: certificadores (33%), operadores (32%), asesores (12%) e integradores de valor (23%). En cada una de las medidas financieras examinadas, las empresas donde la función financiera tiene el perfil de «integrador de valor» tienen un ratio de eficiencia un 20% superior al resto de compañías.
El elemento diferencial de los integradores de valor, frente a los otros tres perfiles, reside en «cómo estos abordan dos aspectos fundamentales»: la eficacia de la función financiera y el conocimiento empresarial.
Estos profesionales han logrado mejorar la eficiencia incrementando el grado de estandarización de los procesos y datos en finanzas. Por otro lado, según arroja el estudio elaborado por IBM, cuentan con el talento, la tecnología, los procesos y capacidades analíticas necesarias para aportar conocimiento empresarial en todos los ámbitos de la empresa.
Desde IBM destacaron la poca diferencia existente entre los resultados globales y los españoles. Sólo la Administración Pública española admitió «tener que mejorar» en cuanto a eficiencia financiera ya que en su mayoría los responsables financieros se consideran meros certificadores.
El informe señala que, con las capacidades adecuadas (procesos, tecnologías, capacidades analíticas y talento), el departamento financiero puede convertirse en el punto focal de información financiera y operativa de la empresa para que las decisiones no sean intuitivas y se apoyen en hechos.
De esta forma, la misión del departamento financiero se puede centrar en ayudar a la empresa a pensar en el negocio como un todo, y tener la información necesaria para evaluar oportunidades y riesgos en todos los ámbitos del negocio.
Fuente: Europa Press