Conseguir la igualdad real y efectiva dentro de las empresas, debe ser una tarea prioritaria para conseguir romper con injusticias como el techo de cristal. Por eso, muchas compañías recurren actualmente a la discriminación positiva. Este término hace alusión al conjunto de acciones, reglas o políticas de empresa encaminadas a favorecer a grupos minoritarios que padecen una discriminación histórica dentro de la sociedad. La acción positiva se está llevando a cabo cada vez más en las empresas a la hora de formar departamentos o equipos de trabajo.
¿Por qué se aplica la discriminación positiva?
Los departamentos de Recursos Humanos de las empresas utilizan cada vez más este sistema para igualar la valía, la capacidad y la consideración de todos los trabajadores y trabajadoras. Algunas de las acciones de discriminación positiva que se han llevado a cabo en los últimos años han sido fuertemente criticadas debido a que muchos detractores las consideran injustas. No obstante, la discriminación positiva se aplica para contrarrestar una desigualdad social que ha generado la necesidad de un sistema que proteja a ciertos colectivos. Así, como no se parte de una igualdad real a la hora de optar a un puesto, surge la necesidad de favorecer a las personas que tienen menos oportunidades por el simple hecho de pertenecer a un grupo minoritario.
Ventajas de la discriminación positiva
La discriminación o acción positiva tiene múltiples ventajas. En primer lugar, favorece una equidad efectiva, ya que permite la inclusión en el entorno laboral de personas pertenecientes a grupos sociales desfavorecidos así como de empleados con distintas capacidades. También evita que exista discriminación por razón de género o raza. De este modo, consigue destruir los roles tradicionalmente asignados. Todo esto, a su vez, mejora las condiciones de vida de muchas personas, lo que permite combatir la exclusión social.
Cómo se aplica la discriminación positiva
La discriminación positiva comienza a aplicase en muchos casos desde el Estado, ya que se promueven leyes destinadas a la integración. Así, por ejemplo, en algunos países, las grandes empresas están obligadas a incluir en su plantilla un porcentaje concreto de empleados y empleadas con discapacidad. También existen sistemas de bonificaciones que benefician a las empresas que contratan mujeres. Como responsable de Recursos Humanos, te corresponde estar al tanto de estas cuestiones para aplicarlas correctamente en tu empresa. Además, desde tienes la posibilidad de poner en marcha desde tu departamento tu propio plan de acciones positivas, para, de este modo, conseguir tener una plantilla en la que prime la igualdad. Recuerda que aunque no te des cuenta, es posible que en muchas ocasiones, debido a prejuicios arraigados, estés discriminando en tus procesos de selección. De este modo, puedes establecer tus propios porcentajes para asegurarte de que incluyes en tu equipo a personas de distintos grupos minoritarios.
En un contexto social en el que los miembros de ciertos grupos minoritarios lo tienen mucho más difícil, la discriminación positiva funciona como una buena herramienta de inclusión. Piensa que, por ejemplo, actualmente hay un número muy bajo de mujeres directoras en las empresas, y no es por una cuestión de falta de valía. Ten siempre presente que la diversidad tiene un gran número de beneficios. Si aplicas la acción positiva, estarás mejorando tu empresa y el conjunto de la sociedad. ¡No esperes para ponerla en marcha!