La satisfacción de los trabajadores es, sin duda, uno de los factores que más afecta a la productividad de la empresa. Cuando los empleados se sienten valorados e independientes aumenta su sensación de bienestar y rinden más y mejor. Así, la concesión de una mayor autonomía a los empleados puede ser un refuerzo fantástico para tu equipo.
¿Qué es la autonomía laboral?
La autonomía laboral es la libertad que se le otorga al empleado para controlar determinados aspectos de su actividad profesional en la empresa. Esto puede hacer referencia a la flexibilidad de horarios, a la toma de decisiones sobre cómo ejecutar sus tareas, a las herramientas a utilizar o a la autogestión del tiempo.
El hecho de otorgar al trabajador estas libertades y de cederle a él la capacidad de decisión sobre determinados asuntos, conduce a un mayor nivel de confianza, una mayor creatividad, un incremento de la proactividad y una implicación más significativa del trabajador en todos los asuntos concernientes a la empresa.
¿Qué aspectos mejoran cuando se otorga más autonomía a los trabajadores?
La realidad es que conceder más independencia a los empleados produce beneficios tanto en los miembros de tu equipo como en tu empresa. Veamos cuáles son:
- Beneficios para el trabajador
El trabajador percibe la sensación de tener una mayor autonomía como un hecho positivo, lo cual repercute en gran medida en su felicidad. Esto se deriva, principalmente, de que se siente mucho más valorado, de modo que su autoestima se ve reforzada y, con ello, también su sensación de éxito profesional. Además, si la libertad concedida está relacionada también con sus horarios, tendrá más facilidades de conciliación, lo que hará que se sienta más cómodo en la compañía.
- Beneficios para la empresa
La autonomía laboral incide favorablemente en la empresa en cuatro aspectos fundamentales:
– Compromiso: El trabajador es partícipe de parte de las decisiones de la empresa así como del éxito y productividad de su compañía. Esto hace que abrace la cultura empresarial y tenga un mayor sentimiento de pertenencia, lo cual genera equipos más fuertes y colaborativos que consiguen mejores resultados.
– Motivación: Un empleado que gestiona su trabajo asume de forma personal los resultados o consecuencias de sus decisiones, lo que conduce a que sea más responsable y luche por alcanzar sus metas con mayor ahínco. Si siente que tiene el respaldo de la empresa, podrá conseguir más fácilmente todo lo que se proponga.
– Implicación: Cuando el trabajador tiene mayor independencia se identifica más con la empresa y se siente parte de ella, así que pone todos sus esfuerzos en perseguir el éxito para su compañía.
– Rendimiento: Este factor es, en realidad, la suma del conjunto. Si el trabajador está más a gusto, más cómodo y más satisfecho con su trabajo, rinde mucho más, lo cual repercute de forma muy positiva en la productividad de la compañía.
Como puedes ver, hay una gran cantidad de argumentos que sugieren que es muy buena idea conceder una mayor autonomía a los empleados. Si quieres hacer algo bueno por tu empresa, no dudes en confiar en tus trabajadores. Aplicando esta nueva forma de trabajo, harás crecer a tu equipo.