Apostar por el concepto de «cultura del aprendizaje» en la organización es el primer paso para conseguir aumentar la atracción y retención del talento que se adapte a las necesidades de la empresa. Se trata de desafiar continuamente las metodologías y conocimientos corporativos en favor de la innovación y la adaptabilidad al cambio. Los beneficios destacados son el aumento de la agilidad y el fortalecimiento de la marca empleadora.
Principales claves de la cultura del aprendizaje
Por aprendizaje cabe entender la interiorización de los valores, actitudes y prácticas que impulsan el crecimiento dentro de una organización. Trabajar por una cultura del aprendizaje corporativa significa apostar por la mejora continua y la excelencia. Desde recursos humanos debes huir de promover esos comportamientos repetidos y heredados que estancan a la compañía. Existen diversos tipos de aprendizajes y entrenamientos laborales que activan esta cultura de éxito. Contar con una fuerza laboral motivada es garantía de mejora de todos los procesos.
La empresa tiene la oportunidad de ofrecer programas de capacitación, cursos o talleres formativos para el desarrollo de nuevas competencias organizacionales o tecnologías de vanguardia. Es importante que vincules los objetivos estratégicos de la compañía con esta cultura del aprendizaje. Un programa de aprendizaje continuo presenta muchos beneficios entre los que cabe destacar:
- Estandarización del upskilling y reskilling, mejorando la eficiencia y la productividad.
- Aumenta la agilidad y la adaptabilidad al cambio.
- Mejora la marca empleadora y fortalece el engagement de la plantilla.
- Impulsa la creatividad y la innovación, posicionando a la empresa con una excelente reputación.
- Estimula la satisfacción del cliente interno y externo.
- Reduce el índice de rotación y ahorra costes en procesos de reclutamiento.
Haz crecer el talento entre el personal
Desarrollar la cultura del aprendizaje permite a los profesionales con talento crecer. Al adquirir habilidades y competencias en un proceso de mejora continua, contribuyen al éxito y resiliencia de la compañía. Para ello, es recomendable contar con un liderazgo que promueva la importancia del aprendizaje, superando las resistencias iniciales al cambio. Predicar con el ejemplo siempre es un buen consejo. La organización es la responsable de poner los medios para desarrollar estas estructuras generando un ecosistema de crecimiento.
No se trata solo de lograr una buena puntuación o cumplir con los KPI de rendimiento. Una verdadera cultura del aprendizaje se enfoca en desarrollar personas con talento para abordar y superar cualquier desafío. Es un estilo de vida en constante revisión, evaluación y adaptación. Ten en cuenta las propuestas que funcionan en tu sector y atiende a las demandas de tus colaboradores.
Los casos de éxito muestran cómo la interacción entre los departamentos funciona. Ellos han aprovechado el talento senior, han implementado planes de mentoring y han promovido nutrición mutua de todos los compañeros. Estos vasos comunicantes interdepartamentales son la mejor medicina ante la “enfermedad” del trabajo en cada “metro cuadrado”. Recuerda que los flujos dinámicos activan modos de aprendizaje que flexibilizan la capacidad de adaptación y superación de obstáculos e imprevistos.