Uno de los aspectos más novedosos y que más relevancia ha tomado tras la última reforma laboral es el conocido como contrato Fijo Discontinuo, muy utilizado en sectores con altas tasas de temporalidad. En este artículo, vamos a repasar las características principales de esta modalidad de contratación, las diferencias entre contrato temporal y fijo discontinuo, así como las ocasiones en las que es más habitual y provechosa su utilización en las empresas.

El Contrato Fijo Discontinuo: características principales

En el mercado laboral existen sectores que se ven condicionados por diferentes necesidades de producción (y, por tanto, de personal) según la temporada o la estación del año en la que nos encontremos. Ámbitos tan importantes en nuestra economía como la hostelería y el turismo, o incluso el sector agrícola, cuentan con necesidades de personal distintas según la época del año.

El contrato fijo discontinuo, que ha cobrado mucha más importancia tras la reforma laboral del año 2022, y ha sido reformulado a partir de ella, viene a solucionar estas situaciones. De hecho, sustituirá a los tradicionales contratos temporales, en aquellas circunstancias en las que se establezca un período determinado o temporal de trabajo.

Entre las principales características del Contrato Fijo Discontinuo, destacan las siguientes:

  • Es un contrato indefinido: con la nueva reforma laboral, este tipo de contratos ha pasado de una durabilidad máxima de 4 años, con una prórroga de 2, a no tener fecha de finalización. Esta es la gran diferencia respecto a la contratación temporal.
  • Cuenta con las mismas coberturas y prestaciones que el resto de contratos: vacaciones, bajas médicas o días de descanso, entre otros.
  • Durante los períodos de no actividad, el trabajador no percibe salario ni la empresa cotiza por él. No obstante, si cumple con los requisitos establecidos por el SEPE, el empleado puede acceder a la prestación por desempleo durante ese tiempo.

Existen dos formas de establecer el contrato fijo discontinuo:

    • Que no se identifiquen en el contrato las fechas exactas o los períodos concretos de trabajo: en este caso, el trabajador será avisado con suficiente tiempo de antelación. Si esto no ocurre, el Estatuto de los Trabajadores establece la presunción de despido.
    • Que se especifique claramente el tiempo y horario de trabajo en el contrato.

Directivas discutiendo los pormenores del contrato fijo discontinuo

Otros elementos a tener en cuenta por el empleador

Es importante que las empresas conozcan perfectamente la forma de implementar este tipo de contrato en sus plantillas, así como las implicaciones que tiene. Un aspecto a tener en cuenta es el despido en el contrato fijo discontinuo. No existe como tal, pues la relación continuará tras el período de inactividad. Por tanto, no se debe confundir con el finiquito, al que sí tiene derecho el trabajador al terminar su período determinado. Para realizar el cálculo del finiquito en el contrato fijo discontinuo la empresa deberá tener en cuenta, únicamente, los períodos efectivamente trabajados.

Teniendo la consideración de contrato indefinido, no existe una renovación en el Contrato Fijo Discontinuo como tal. Además, el empleador debe saber que el período mínimo que debe transcurrir entre un llamamiento y otro es de tres días naturales.

En todo caso, será necesario acudir al convenio colectivo para conocer qué estipula en cuanto a la remuneración, y otros aspectos como las vacaciones para este tipo de contrataciones. Generalmente, al igual que ocurre con el finiquito, para determinar los días de vacaciones se toman en consideración únicamente los que han sido trabajados.

Como se puede observar, existen ventajas en la utilización de este tipo de contratos. La mayoría relacionadas con la conciliación de la vida laboral de los trabajadores y la equiparación a las contrataciones indefinidas. Igualmente, para las empresas, esta modalidad permite importantes ahorros de costes e, incluso, bonificaciones en distintos períodos del año.