Las cosas suceden, de una manera u otra.
Desde mi particular enfoque para utilizar los recursos de que disponemos, trato de ofrecer una singular perspectiva mirando porque no hayamos de invertir un euro en buscar, pero destinarlo -de ser preciso- a formarnos.
En el presente artículo quiero apuntalar los consejos a tener en cuenta para utilizar convenientemente las listas en la red social Twitter.
Recuerdo vagamente un episodio de un especial de la serie cómica estadounidense Saturday Night Live, en donde un desaparecido John Belushi, quien caracterizado como anciano rememoraba viejos tiempos en un retrato amargo titulado ‘Don’t look back in anger’ (No mires atrás con rencor).
Traigo a mi mente este recuerdo, por lo gracioso de la situación, pero sobre todo porque es un ejemplo vívido y real de la velocidad a la que avanzan las cosas, y de lo poco que nos damos cuenta de ello.
Creo que todos nosotros ya estamos tan acostumbrados a las redes sociales que apenas sí recordamos qué era eso de buscar trabajo… de cualquier otra forma.
La inmensa mayoría habremos empezado a buscar trabajo, primero acudiendo a familiares, conocidos o personas próximas a nuestro entorno familiar.
Por referencias, generalmente.
Algunos, habremos sido carne de cañón de los medios especializados.
¡Ah! Esos viejos periódicos llenos de ofertas de empleo, sobre todo los domingos, impregnados de color rosa, ya que venían habitualmente en las secciones económicas de los diarios de tirada nacional.
Y cuando no, echábamos mano de papel como Segundamano y otros, cuando las ediciones en papel tenían más prestancia, confianza y garantía que lo que se ofrecía por Internet.
Luego, llegaron los portales especializados.
De los primeros Infoempleo.com.
Imitando el formato papel, y ofreciendo un servicio de utilidad en el que cualquier persona desde la comodidad de su casa pudiera conectarse a Internet y consultar lo que hubiera disponible.
Entonces el problema no eran los portales de empleo, sino las tarifas que se cobraban porque la tarifa plana casi ni existía.
Y de eso no hace tanto.
Luego se implementaron los envíos de correo con ofertas acordes a nuestras necesidades.
Y poco a poco, estos portales se convirtieron en el eje central de los recursos humanos 2.0.
Un lugar en el que empresas y usuarios se conectaban entre sí, aunando oferta y demanda de manera inmediata y constructiva.
Los tiempos cambian aunque no lo parezca
Las redes sociales han surgido para reflotar un sector que parecía estancado.
No el de los recursos humanos 2.0, ni tampoco el de los portales de empleo.
Hablo de la forma de acceder a la información entre el usuario y la empresa que oferta un #empleo.
Cada equis tiempo es necesaria una renovación.
Y ésta ha venido favorecida por la aparición de las redes sociales.
Y de entre todas ellas, la que más está ayudando a su divulgación, y la que, sin duda, está siendo exprimida al máximo, es Twitter.
Podemos enumerar varias ventajas que la han ayudado a experimentar este auge tan demoledor:
1. Es accesible.
2. Es una herramienta gratuita.
3. No es escalable (no pueden implementarse mejoras directamente), por lo que no hay que estar pendiente de nada, más de leer lo que nos interesa.
4. Cuenta con algunas características muy versátiles.
5. De uso extendido casi universalmente.
6. Desarrollada para la mayoría de dispositivos móviles y portátiles.
7. Otras redes sociales cuentan con gadgets (complementos) que integran su funcionalidad.
Por cuanto a sus inconvenientes, podríamos estar hablando de estos, entre otros:
1. Actualización de contenidos y mensajes salvajemente rápida, generada por el número de usuarios y por la velocidad de actualización de sus mensajes.
2. Dificultad para coincidir en el espacio y en el tiempo para encontrar lo que nos interesa.
3. El usuario depende de la casuística para coincidir con el mensaje que le interesa, cuando cuenta con un elevado número de personas a las que sigue.
Para quienes usemos Twitter nos parece de lo más normal utilizarlo para buscar aquello que necesitamos.
E incluso, lo habremos usado como herramienta para buscar aquel #empleo que tanto ansiamos.
Sin duda, lo primero que habremos hecho habrá sido buscar a las empresas y portales de internet con quienes hemos estado vinculados toda la vida.
Simple. Si en ellos encontramos las ofertas de empleo en Internet, sin duda, debieran de tener un perfil en Twitter con el que divulguen y den a conocer lo que tienen disponible.
Y lo tienen.
Y bien que hacen y que lo hacen.
Empezaríamos con un usuario… Luego otro… Y otro…
Al final, nuestra línea de tiempo de Twitter actualizaría tanto contenido en tan poco tiempo, que cada vez que la consultáramos, posiblemente perdiéramos el noventa por ciento de los mensajes de los usuarios a quienes seguimos, y veríamos aproximadamente el diez por ciento.
Si esto lo extrapolamos a la búsqueda de empleo… malo.
O bien dedicamos todo el día a estar delante de la pantalla del ordenador y a ser vigilantes con lo que se publique, o de poco (o nada) va a servirnos.
Búsquedas y listas
Como os he dicho, una de las ventajas de Twitter es que no es escalable, pero cuenta con unas herramientas que son muy versátiles.
Búsquedas
Una de ellas es la herramienta de búsqueda que, correctamente usada, puede servirnos de ayuda para localizar aquello que queremos.
Bien, de manera directa: buscando ‘empleo’, y pulsando el botón de buscar.
Bien, con la búsqueda inteligente, usando los hashtags: escribiendo #empleo, y pulsando el botón de buscar.
La diferencia es que usando el hashtag te conviertes en generador de corriente de opinión, creas conversaciones, discusiones que pueden ser recuperadas de manera inmediata a posteriori.
De hecho, cuando respondes a un usuario que incluye hashtags en sus conversaciones, y lo haces respondiendo a todos, en el mensaje de respuesta incluirás de manera automática tanto el nombre de usuario de las personas citadas en dicho twit, como los hashtags empleados.
Las empresas de Recursos Humanos 2.0 son conscientes de la utilidad de estos elementos de categorización y los utilizan para agilizar las búsquedas en la red social.
Se las denomina RH2.0 porque gestionan el valor humano desde las redes sociales.
Usando los hashtags cualquier usuario puede acceder a todos los twits de todos los usuarios que los hayan empleado, y por lo tanto leer las ofertas de #empleo que se encuentren mencionadas en dichos mensajes.
Además, los procesos de búsqueda (tengan o no tengan hashtags) pueden guardarse.
¡Ojo! Puede guardarse el elemento que define la búsqueda, es decir #empleo, #trabajo, #empleo castellon, #empleo #madrid… No los resultados.
La razón es que cuando quieras consultar de nuevo ese patrón de búsqueda guardado, se habrá actualizado de forma automática y dispondrás de los resultados más recientes inmediatamente.
Listas
Las listas son una variante de las búsquedas.
Aunque lo que realmente se hace viene a ser como guardar en compartimentos (las listas) a determinados usuarios (a quienes podemos seguir o no), de forma que cuando accedemos a la lista, vemos la línea de tiempo de sus comentarios y aportaciones.
Un ejemplo práctico.
Un día cualquiera decidimos perder el tiempo observando a los usuarios a quienes siguen y que siguen quienes nosotros seguimos. Parece un trabalenguas pero tiene sentido.
Así que vamos viendo los diferentes usuarios que van surtiendo de información a esos a quienes nosotros seguimos (aunque realmente esto lo podemos hacer con cualquiera, lo sigamos o no, siempre que su perfil sea público, por ejemplo con alguien a quien no queremos seguir, pero que ofrece información interesante. Pues podemos seguir a quienes sigue, ¿no?).
Bueno.
El caso es que en lugar de ir añadiendo como amigo a todos esos usuarios, podemos crear una lista (o carpeta, repositorio) en donde ‘guardamos’ estos contactos.
Lo bueno de las listas es que pueden ser públicas o privadas.
Si cuando las creas, permites que cualquiera pueda tener acceso a ellas, entonces será pública.
Si vetas el acceso…
Vale, veo que lo vas pillando.
El hecho es que cuando se accede a una lista hay dos elementos que tener en cuenta.
1. Los suscriptores, que vienen a ser los usuarios que están en la lista dando contenido.
2. Los suscritos, que son las personas que tienen acceso a consultar la lista (porque se han apuntado), a ver sus actualizaciones y consultar lo que dicen los suscriptores.
Siguiendo con el ejemplo, pongamos que creamos una lista para encontrar #empleo en #castellon, y llamamos a la lista /Empleo.
Vale.
Ésta está asociada a nuestro perfil. En mi caso a AntonioVChanal/Empleo. La arroba es porque en Twitter es la que vincula a mi usuario, el resto es porque hace referencia a la carpeta (o lista) /empleo que tengo creada y asociada a mi usuario.
Lo que he hecho, ha sido buscar usuarios que tengan relación con el empleo, o que puedan ayudarme a localizar fuentes de empleo (ofertas, contactos, proyectos…) y que he agrupado allí.
Cuando consulte esta lista, podré encontrar entre los mensajes, algunos que tengan que ver con el #empleo, o ninguno.
Lo bueno de las listas es que te permite tener una línea de tiempo alternativa, menos congestionada de mensajes y de actualización menor a la principal, precisamente porque tiene menos usuarios asociados.
Lo bueno también, es que la puedes compartir con otros usuarios y hacer que se beneficien de tu gestión.
Esto es bueno únicamente para ganar reputación o prestigio on-line, y te consulten asiduamente.
Con estos dos métodos de categorización y búsqueda podemos optimizar nuestras necesidades.
Si buscamos #empleo será más fácil localizar mensajes en Twitter de empresas de gestión de ofertas, de empresas ofertantes, y de empresas de recursos humanos, y de este modo, optar al puesto accediendo a la página web donde se aloje dicha oferta de empleo.
De hecho, son miles de usuarios quienes a diario retuitean y mencionan ofertas de #empleo para darlas a conocer y propiciar un mayor número de candidatos, y favorecer una difusión de las mismas máxima.
Esto ayuda mucho a los Recursos Humanos 2.0.
A las empresas y portales que gestionan las ofertas de empleo, como @infoempleo.
Pero sobre todo a los usuarios ávidos de localizar una oportunidad donde sea… pero que sea ¡ya!
Espero haberos aclarado un poco las cosas.
Nos leemos.
@AntonioVChanal
Coacher y Formador