En muchas empresas la presencialidad ha disminuido y las jornadas se combinan con teletrabajo. Esto puede generar una mayor desconexión emocional entre los trabajadores y la compañía. En estos casos, las campañas de engagement relacionadas con la conexión emocional de la plantilla y su vinculación con la marca son beneficiosas, especialmente con la distancia asociada a las jornadas híbridas. Para fomentarla, practica la escucha activa, sé humilde y transparente y genera espacios afterwork también virtuales.

Conexión emocional trabajando a distancia

Para que la plantilla se sienta motivada y comprometida con la cultura corporativa debe sentirse vinculada emocionalmente. Por conexión emocional se entiende esta alineación intelectual y en cuanto a valores, misión y visión. Especialmente la generación millennial busca que se le reconozca y aprecie. Para atraer y retener el talento cualificado tienes que lograr que los trabajadores se sientan parte de un propósito compartido y digno.

Este es uno de los mayores retos para los departamentos de recursos humanos, con la dificultad añadida de la extensión de las jornadas híbridas o en remoto. La ausencia de espacios físicos donde compartir momentos afterwork y reuniones presenciales obstaculiza esa conexión emocional. Sin embargo, es posible lograr equipos cohesionados y comprometidos con la cultura corporativa con un eficaz plan de acción. Comprender los riesgos de algunos estados de soledad es necesario para desarrollar las estrategias adecuadas encaminadas a lograr el bienestar emocional del equipo.

Trabajador que consigue mantener la conexión emocional en remoto

Cómo fomentarla y cohesionar equipos

Una vez que estás de acuerdo en que contar con una plantilla satisfecha y comprometida es beneficioso para la empresa, solo falta ponerse manos a la obra. Conectar la cultura corporativa con el capital humano es clave en un ambiente tan competitivo como el actual. Sigue estos consejos para fomentar la conexión emocional y cohesionar los equipos:

  • Sé humilde y transparente. Comprende las circunstancias de los demás y promueve relaciones laborales alejadas del juicio. La empatía se predica con el ejemplo.
  • Practica un liderazgo de servicio que te permita sintonizar con la plantilla. Las jerarquías están desfasadas en un sentido autoritario. Ser flexible y permanecer accesible para las consultas de los trabajadores es un must.
  • Parte de un diagnóstico real desde la escucha activa. Cualquier plan de acción carece de impacto si no parte de un principio de realidad. Para ello, diseña canales de comunicación que permita al personal expresar sus sugerencias y puntos de vista.
  • Reconoce explícitamente el sentir de los otros. Verbaliza los contextos sin miedo al conflicto. Todos ven el “elefante rosa” en el centro de la habitación y no hablar de ello no hace que desaparezca.
  • Genera espacios virtuales de encuentro, desde el trabajo conjunto en pizarras digitales hasta actividades afterwork como tardes de quiz o clubes de lectura.
  • Prioriza la salud mental de los trabajadores. Incluye en tu plan de riesgos laborales (PRL) un apartado para recoger las situaciones de aislamiento o los procesos de ansiedad derivados del trabajo en soledad en un entorno doméstico. Formar parte de la comunidad es además un buen método de vigilancia de la salud emocional.