Que una empresa crezca, que se desarrolle y goce de buena salud depende, entre otros muchos factores, del bienestar laboral que ofrece a sus trabajadores. Cuidar la salud mental de los mismos es una política incuestionable si queremos tener empresas más sanas y productivas. En este artículo hablamos de la implantación de un Plan de Bienestar Laboral y de cómo podemos evaluarlo y mejorarlo desde los departamentos de Recursos Humanos de las empresas.

En qué consiste un Plan de Bienestar Laboral

En la actualidad, las empresas han entendido que la gestión de personas y su salud psicosocial es un objetivo prioritario para conseguir buenos resultados y aumentar la productividad.

Pero este objetivo no puede conseguirse con acciones aisladas. Debe lograrse a través de una estrategia coherente, rigurosa y alineada con la filosofía de la empresa, pues afecta transversalmente a todos los ámbitos de la misma. Es aquí cuando surgen los Planes de Bienestar Laboral.

La finalidad es crear un contexto de trabajo saludable para los empleados, que ofrezca valor al empleado desde el punto de vista personal, y que favorezca su salud y bienestar en el puesto de trabajo.

Algunas de las medidas más habituales, podrían ser las siguientes:

  • Actuaciones en el campo de la salud: tanto física como mental. Acciones como la gestión del estrés, la nutrición para empleados, o una oferta de actividades recreativas o programas de ejercicio físico específico, como el yoga o la meditación.
  • Estrategias de ámbito laboral: mejoras en la ergonomía de oficina, implantación de filosofías open space, mejores condiciones físicas de temperatura, iluminación o ruido. También formación y capacitación en salud laboral o una organización del trabajo concreta que ponga a la persona en el centro.
  • Acciones de tipo salarial: condiciones económicas que satisfagan las necesidades de la plantilla. Políticas retributivas flexibles y atractivas, que contribuyan a la retención y captación de talento. O bien planes específicos de jubilación para las personas cercanas a dicha situación. También se incluyen programas de asesoramiento financiero.

Estas y otras medidas, contribuirán a la mejora de la salud mental y psicológica, y al equilibro en la vida laboral de las personas.

Personal de recursos humanos celebrando una reunión para mejorar el plan de bienestar laboral

Procedimientos de evaluación y mejora continua

No obstante, como toda estrategia empresarial, el Plan de Bienestar Laboral necesita ser evaluado correctamente desde Recursos Humanos. Es necesario obtener un feedback continuo, que permita tomar decisiones y aplicar mejoras. Dicha evaluación debe realizarse desde dos prismas principales: el de la salud y el de la productividad.

Por tanto, debemos comprobar si su implantación ha tenido incidencia en la rentabilidad y en los niveles de productividad además de si ha mejorado la salud laboral de los empleados.

Algunos aspectos que se pueden evaluar son los siguientes:

  • Nivel de absentismo y de incapacidad temporal.
  • Rotación de personal.
  • Conflictividad y clima laboral.
  • Evaluación de desempeño.

El método más utilizado para llevar a cabo este análisis desde RRHH es la elaboración de una completa encuesta de bienestar laboral. No obstante, también pueden utilizarse otros marcadores complementarios, como las encuestas de clima o cultura organizacional.

También entrevistas personales con empleados y mandos intermedios, los datos de producción, o la información cuantitativa que arroje el cuadro de mando, o las tablas de control del absentismo, entre otros.

Este proceso de evaluación servirá para tomar decisiones concretas en la eliminación o modificación de las medidas que no estén surtiendo efecto, que serán sustituidas por otras más acordes a la realidad y las problemáticas detectadas.