Tras la alerta sanitaria provocada por el coronavirus, y la reincorporación a sus puestos de los trabajadores de actividades no esenciales, muchos profesionales han sentido ergofobia o fobia al trabajo, en este caso determinada por el miedo al contagio.

El hecho de que aún no haya una vacuna para la enfermedad, y que el riesgo no haya desaparecido, hace que algunas personas se sientan en peligro al ir a trabajar. En estos casos, las empresas deben procurar a sus trabajadores un entorno lo más seguro posible, en la medida de sus posibilidades.

Tres posibles escenarios

Ante la fobia al trabajo provocada por el Covid-19 las empresas deben actuar en función de los siguientes escenarios:

  • Alta exposición al riesgo de los empleados: cuando no es posible evitar un contacto directo con posibles personas infectadas, como es el caso de los sanitarios.
  • Exposición de bajo riesgo: cuando las funciones profesionales no implican un contacto estrecho con personas posiblemente infectadas.
  • Baja probabilidad de exposición: empleados que pueden guardar la distancia social recomendada de dos metros o no trabajan de cara al público:

Medidas para evitar la fobia al trabajo

Ante la ergobia o fobia al trabajo que pueden sentir los trabajadores ante el temor de contagiarse por el coronavirus, las empresas pueden establecer ciertas medidas para que los empleados se sientan más seguros.

Proporcionar información

Es necesario normalizar los sentimientos de miedo que puedan sentir algunos trabajadores. Para minimizarlos, lo más adecuado es informar acerca de las medidas higiénicas que la compañía toma para evitar contagios: como la desinfección de salas de trabajo, la limpieza de superficies, objetos y sistemas de climatización o la gestión de residuos.

Organización de turnos

En la medida de lo posible, la compañía puede organizar los turnos laborales escalonando las entradas y la jornada laboral. Se evitaría así llegar al lugar del trabajo en “hora punta”. 

Con esta medida, además, se consigue reducir el número de trabajadores expuestos. También conseguir que los profesionales hagan su jornada manteniendo una distancia de seguridad. 

Recordatorios a los profesionales

Instalar recordatorios en lugares visibles que indiquen a los trabajadores la necesidad del lavado de manos frecuentes, no saludarse con contacto físico, o no compartir útiles u ordenadores con los compañeros, contribuye a aumentar la seguridad de quien sufre fobia al trabajo como consecuencia del coronavirus. 

Teletrabajo y reuniones por videoconferencia

En la medida de lo posible y dependiendo del sector, la empresa puede fomentar el teletrabajo para que los trabajadores no tengan que acudir físicamente a su puesto. Asimismo, las reuniones pueden reducirse o celebrarse a través de videollamadas para minimizar los riesgos de contagio y evitar aglomeraciones en zonas comunes.

Productos de higiene

Corresponde a la empresa proveer de los productos de higiene necesarios a sus trabajadores, como jabón, soluciones hidroalcohólicas o pañuelos desechables. Y en caso necesario, guantes y mascarillas.

En cualquier caso, la fobia al trabajo producida por el coronavirus en la mayoría de los casos tenderá a reducirse a medida que los trabajadores se enfrenten a su realidad laboral. Aunque el riesgo existe, la empresa debe minimizarlo en la medida de lo posible y conseguir que los profesionales trabajen, y se sientan, en un entorno seguro