El registro salarial obligatorio de los trabajadores forma parte de las medidas incluidas en los planes de igualdad, desde el 14 de abril de 2021, para garantizar la igual remuneración entre hombres y mujeres. A trabajo de igual valor, igual salario. Para ello, deberás enfrentarte al desafío de la recogida de datos sobre valores medios, complementos salariales y extrasalariales y clasificar la información por grupos. Aquí puedes leer consejos prácticos para cumplir la ley.
Registro salarial y plan de igualdad
Desde abril de 2021 queda regulada la implementación de los planes de igualdad con su elemento más relevante, no importa el tamaño de la plantilla ni la magnitud de la empresa, que es el registro salarial, es decir, una ordenación aritmética de las nociones retributivas. El registro debe reflejar:
- Los valores medios de los salarios.
- Complementos
- Percepciones extrasalariales de la plantilla.
- Todo distribuido por grupos profesionales, puestos de trabajo iguales o de igual valor y categorías profesionales, desagregados por sexo.
La nueva normativa que concreta la modificación del artículo 28 del Estatuto de los Trabajadores elaborada en 2019, aplica a todos los trabajadores de una empresa, incluidos el personal directivo y altos cargos. Las compañías con más de 50 trabajadores además deberán pasar una auditoría retributiva.
El objetivo es detectar brecha salariales, es decir, más de un 25% de distancia entre la retribución media de un género sobre otro, y justificarlas o en su caso buscar soluciones o proponer medidas para corregir la brecha y así superar las desigualdades de género basándose en la transparencia. Recuerda que a lo que tendrán acceso tanto una inspección como los representantes de los trabajadores es a los datos aritméticos. La privacidad de los detalles individuales estará siempre protegida.
Las empresas que no se acojan a la medida serán susceptibles de recibir sanciones que serán consideradas como “faltas muy graves” y por lo tanto, implican multas de 6.251 euros a los 178.500 euros.
Consejos prácticos para llevarlo al día
Para agilizar la elaboración del registro salarial obligatorio puedes dividir el proceso en 3 fases iniciales:
- Tipificar las categorías y recopilar toda la información que tiene que ver con los salarios en la empresa. Este es el mayor desafío pues deberás acordar el valor de cada puesto especificando elementos como las tareas, responsabilidades, personal a su cargo o funciones.
- Generar criterios de evaluación salarial: grupos profesionales, categorías profesionales y grupos de valor. Este criterio debe estar unificado, es decir, no ser relativo al nivel salarial o categoría profesional.
- Analizar la forma en la que se componen las nóminas en tu empresa.
Una vez obtengas esta información, aprovecha alguna solución informática que te permita interpretar los datos del registro salarial. Existen software y plantillas online o para descargar que te facilitarán la tarea y te aportarán gráficos para visualizar el panorama general salarial entre géneros.
La validez de este registro es anual, así que es un buen consejo ir registrando a medida que se hagan nuevas incorporaciones, de manera que el documento sea actualizado progresivamente. Desde el proceso de selección hay que anotar las excepciones si, por ejemplo, se incorpora un perfil que por sus cualificaciones y experiencia rompe el salario unificado base y marca una brecha salarial.