Introducir buenas prácticas en los procesos de selección te hará mejorar la experiencia del candidato. Contar con los mejores prescriptores influye positivamente en el recruiter branding. No importa si son seleccionados, si se han sentido respetados y ha sido un proceso transparente. Habrás reforzado tu capacidad de atraer y retener talento. Las claves son automatizar lo posible para evitar sesgos, activar la empatía y apostar por los equipos diversos e inclusivos.

Objetivo: mejorar la experiencia del candidato

Optimizar el proceso de selección es el primer paso para mejorar la experiencia del candidato. Vale la pena remarcar la importancia, tanto para los departamentos de recursos humanos como para las posibles candidaturas. Se trata de realizar reclutamientos éticos. Apostar por eliminar los sesgos y la discriminación te garantiza atraer y retener al mejor talento y fortalecer tu employer branding. Aunque no sea seleccionado, un candidato con una buena experiencia será tu mejor prescriptor.

El contexto actual denuncia la falta de personal cualificado. Las empresas ven cómo quedan vacantes sus puestos estratégicos y se encuentran en la necesidad de sobrevivir con perfiles que no se ajustan a sus expectativas. Aprender del inbound marketing y aplicarlo al recruiting puede ser la respuesta. En cualquier caso, no te olvides de ser claro en la definición de las tareas y las expectativas, así como de la misión y visión de la empresa.

Algunas buenas prácticas en los procesos de selección

Para alcanzar unas buenas prácticas en los procesos de selección es fundamental aplicar el sentido común, que, tal como se dice, es el menos común de los sentidos. Activa tu empatía y ponte en el lugar de la persona que se presenta a la oferta que has lanzado al mercado. Tras este primer must, solo te queda seguir estos consejos para mejorar la experiencia de la candidatura, y así atraer el talento:

  • Automatiza los procesos previos de selección, evitando sesgos estructurales. Todas las personas tienen prejuicios. Aceptar este enunciado es la base para poder mejorar la conducta y bloquearlos. Enfocarse en la profesionalidad, las habilidades y competencias de quien aplique por el trabajo pasa por despejar de la ecuación ideas preconcebidas relacionadas con la edad del candidato, el género, la nacionalidad o los tiempos sin trabajar que queden reflejados en su CV.
  • Valora el capital humano como lo que es, a saber: la clave para que tu negocio funcione. Ya puede ser el mejor proyecto a nivel estratégico por las operaciones y los productos que, como no haya un equipo sosteniéndolo, más pronto que tarde, sucumbirá en el tiempo. Cuidar las candidaturas demuestra el respeto que sientes por las personas que quieren trabajar contigo. Pero es que además te permite construir un banco de posibles empleados a medio o largo plazo.
  • Apuesta por equipos diversos e inclusivos. Para ello, es necesario que desarrolles herramientas que anulen tus prejuicios, pero también que sean accesibles. Por ejemplo, entrevistas para personas ciegas o por videollamada para facilitar los equipos híbridos o en remoto.
  • Always feedback, esto es, que no quede ni una sola candidatura sin respuesta. La libertad de reconocimiento es un derecho que debes respetar para que mejore la reputación de tu marca. Si te llega algún mail o llamada para preguntarte por una respuesta perdida en la rutina del día a día, recuerda disculparte y compensar esa falta de atención.