El liderazgo de la era pos-COVID se definirá por un rasgo principal: la adaptación a la incertidumbre. ¿Están preparados los mandos para llevar a cabo este reto? Según un reciente estudio, siete de cada diez líderes piensa que posee la preparación necesaria para afrontar los nuevos desafíos, y la forma más adecuada para hacerlo será el liderazgo humanista.
El estudio, que ha sido elaborado por la empresa de servicios profesionales EY, plantea en su título una cuestión fundamental: ¿Puede convertirse la incertidumbre en la mejor oportunidad de liderazgo? Informe liderazgo en la nueva realidad. Se presentaron sus conclusiones en el marco de la II Jornada #MujeresyLiderazgo que organizó 50&50 Gender Leadership en colaboración con la CEOE. Este contexto fue muy apropiado, pues una parte de la investigación se centra en el papel de la mujer líder en esta nueva realidad. También atiende a cuestiones de edad y a la necesidad de potenciar las habilidades digitales para adaptarse a los nuevos tiempos.
Autoconfianza a la hora de liderar
Una de las preguntas que lanzó el estudio a personas que ocupan un puesto de mando es cómo de preparadas se sienten ante los retos que plantea la era pos-COVID. En concreto, debían valorar su impresión con una puntuación del 1 al 10. Más del 70% de quienes participaron se puntúa por encima del 8, mientras que menos del 7% confía en sus posibilidades por debajo de un 6. La respuesta generalizada denota una gran dosis de autoconfianza, lo que podría leerse como un dato positivo dentro del escenario futuro.
Como decíamos, el estudio incluye una perspectiva de género. Los resultados evidencian que la mujer no solo no muestra mayor inseguridad que el hombre, sino que incluso está ligeramente por encima en su autoconcepción. En este sentido están equiparados; ahora bien, este dato no puede llevarnos a pensar que hay una igualdad entre hombres y mujeres en el campo del liderazgo. El techo de cristal es un hecho incontestable. La explicación podría residir en que las mujeres que llegan a liderar están especialmente empoderadas y eso hace que muestren tanta confianza en sus posibilidades como los hombres o incluso un poco más.
Liderazgo humanista, el estilo que se impone en la nueva realidad
El estudio propone el liderazgo humanista como el estilo de coordinación más adecuado para las necesidades que se presentan con la nueva realidad. Este modelo se basa en que la persona que lidera ha de ser flexible, tener empatía, dar ejemplo con su actuación y mostrar una actitud ejemplar. Entre sus capacidades debe encontrarse la de comunicación, saber escuchar, ser resiliente y servir de motivación e inspiración. En definitiva, ha de ser capaz de gestionar emociones y reconocerlas en los demás, prepararse para gestionar una crisis inesperada y colaborar con equipos donde se juntan perfiles diversos, con distintas nacionalidades y edades, y en proyectos multidisciplinares.
Las mujeres líderes vuelven a destacar en este estilo de mando, pues según el estudio, cuentan con un mayor número de estas capacidades clave. En concreto, en las habilidades de comunicación, en la empatía y en la construcción de equipos.
Con respecto a la edad de las personas que lideran, no hay un grupo más propenso al estilo humanista y otro menos. Eso sí, cada rango de edad presenta unas capacidades clave distintas. Tal como se apunta en las conclusiones de este documento, lo ideal es que en una empresa haya un equilibro entre generaciones para poder aportar estabilidad y proyección de futuro al negocio.