Para detectar comportamientos manipuladores en los jefes de tu plantilla vigila las señales y establece protocolos claros y transparentes que limiten su actuación. Cuidar el ambiente laboral en la empresa forma parte de la buena marcha de esta. Uno de los aspectos fundamentales es detectar y tratar de erradicar estas conductas. Colabora con tus compañeros víctimas potenciales y evita la confrontación directa, donde estos perfiles se sienten más cómodos.
Claves para saber cómo detectar comportamientos manipuladores
Es importante detectar comportamientos manipuladores para evitar que intoxiquen el ambiente laboral e impacte negativamente en la productividad. En todas las plantillas, hay perfiles que asumen diversos roles, como regalar los oídos al jefe mientras actúan de otra forma con los compañeros a sus espaldas. O el clásico manipulador emocional.
Pero muchas veces la cuestión es que este tipo de papeles está asociado a un cargo de responsabilidad, por lo que el daño se multiplica. Estas son algunas acciones que se pueden realizar para detectar a los manipuladores:
- Identificar los patrones de comportamiento comunes: los perfiles manipuladores se acercan a sus víctimas cuando las ven más vulnerables o localizan sus debilidades. Son personas tóxicas que tienen el don de saber confundir. Asumen una máscara que les permite manejar a las personas sin que estas sospechen al principio.
- Señales: no todas las personas son iguales. Sin embargo, puedes localizar que tienen en común la frialdad, el egocentrismo, poca empatía y fuertes intereses materiales o emocionales. Además, destacan por un narcisismo elevado, creen que todo gira a su alrededor y no toleran la crítica. Por supuesto, no practican la autocrítica.
- Falta de responsabilidad y desviación de culpa: estas personas no miran por el bien común. Se caracterizan por querer sobresalir. Quieren ser el centro de atención. En el caso de los cargos ejecutivos, seguro que conoces al jefe mentiroso. Ese que no asume su responsabilidad y señala a alguna persona de la gente a la que coordina como culpable de un fallo o problema de producción.
- Dinámicas de poder desequilibradas: algunas personas actúan de manera manipuladora siendo conscientes. Pero lo curioso es que otras lo hacen de una forma natural, casi sin darse cuenta. Es clave que la empresa cuente con protocolos claros y transparenten que marquen el límite de actuación a los jefes manipuladores, especialmente.
Efectos negativos en la cultura organizacional
Es fundamental detectar al jefe manipulador y poner los medios para atajar su conducta lo antes posible. Así aseguras el ambiente agradable de trabajo. De lo contrario aparecerán los siguientes efectos negativos visibles en la cultura organizacional:
- Personal con estrés y burnout. Forma a la plantilla para que sepa localizar estos perfiles manipuladores. Aconseja tomar distancia en la medida de lo posible o coordinarse con el resto de compañeros para nunca llegar a un enfrentamiento individual difícil de sostener.
- Aumento del absentismo. Cada persona enfrenta los conflictos en las relaciones interpersonales como puede según su carácter. Si no lo puede gestionar, terminará impactando negativamente en su salud y faltando al trabajo.
- Errores en los procesos de producción: si el personal entre en confrontación el clima laboral se vuelve más tenso. Estos perfiles están acostumbrados a vivir en el conflicto. De hecho, les fortalece. Pero el resto de la plantilla puede llegar a cometer más errores perjudiciales para su propio rendimiento y la productividad de la empresa.