La domótica en el teletrabajo está adquiriendo cada vez más protagonismo en una sociedad donde cada vez más personas y empresas optan por la opción del trabajo desde el hogar, especialmente tras la alerta sanitaria provocada por el COVID-19.
Teletrabajar tiene sus ventajas y sus inconvenientes. Nos ahorramos desplazamientos, hay más opciones de conciliación con la vida personal y estamos más cómodos. Sin embargo, también hay más posibilidades de distracción, lo que puede conducir a una disminución de la productividad. La domótica en el teletrabajo puede ayudar a los empleados a no perder el ritmo que requieren sus funciones.
Domótica en el teletrabajo para una jornada más productiva
La tecnología nos ayuda a estar más cómodos trabajando desde casa y, por tanto, a concentrarnos mejor. Si queremos una jornada de trabajo más productiva, estos son algunos aspectos domóticos que podemos implementar:
Iluminación inteligente
Una correcta iluminación es fundamental para mantener los niveles de concentración. Con la domótica los trabajadores pueden aspirar a unas condiciones lumínicas óptimas en cada momento del día o en función de la tarea que estén realizando.
La tecnología puede hacer que la luz se encienda a baja intensidad en una mañana soleada, variando la temperatura del color e incrementando su intensidad a medida que se necesite a lo largo de la jornada.
En una casa domótica preparada para teletrabajar no es necesario que el trabajador encienda la luz. Bastará con sentarse en su mesa para que se active automáticamente, apagándose cuando los detectores de presencia indiquen que no hay nadie teletrabajando.
Persianas automatizadas
Estar pendiente de subir o bajar las persianas o el toldo hace que el teletrabajador se desconcentre. Por ello, lo mejor es contar con un sistema automático que regule esta tarea según clima o la temperatura externa. Hoy en día, la domótica ofrece la posibilidad de instalar persianas que modifican la orientación de las lamas en función de cada momento del día, aumentando la intensidad lumínica de la sala en caso necesario. Esto también evita que el teletrabajador pueda deslumbrarse con el sol, lo que resulta molesto si se trabaja frente a la pantalla de un ordenador.
Temperatura controlada
Mantener la habitación en la que trabajamos a una temperatura óptima es clave para ser más productivos. Los sistemas domóticos permiten encender o apagar la calefacción o el aire acondicionado para mantener una temperatura de confort en la zona de trabajo, en torno a los 20 grados centígrados.
Ventilación adecuada
La calidad del aire también afecta a nuestros niveles de concentración, aumentando la sensación de cansancio. Cuando los niveles de CO2 de una estancia aumentan, los sistemas de ventilación automáticos se ponen en marcha automáticamente para mejorar la calidad del aire y, en consecuencia, aumentar el bienestar del profesional.
Audio ambiental
Para personas que están acostumbradas a trabajar con una música suave, la domótica en el teletrabajo permite accionar una melodía prefijada en el momento que la persona se sienta en su mesa de trabajo.
Cuadro domótico
Todas las funciones automáticas se pueden controlar tanto desde un dispositivo electrónico, como una tableta o un smartphone, como a través de un cuadro domótico instalado en la mesa de trabajo. Con esta gestión de todos los parámetros en tiempo real se ahorra tiempo y se evitan distracciones.
Sistema de videovigilancia
Un sistema de videovigilancia centralizado permite el visionado conjunto de las cámaras de seguridad. Así como otros aspectos, como quién llama a la puerta o qué ocurre en otras estancias de la casa sin necesidad de levantarse de la silla.
La domótica en el teletrabajo proporciona el máximo confort para las personas que desarrollan sus funciones profesionales en su propio domicilio. El objetivo es que el teletrabajador se sienta en condiciones óptimas para que pueda centrarse en su trabajo, evitando las distracciones y aumentando la productividad y el rendimiento.