Los empleados tóxicos aniquilan el buen ambiente laboral y minan la moral de la plantilla. Además, generan distracciones que impactan de manera negativa en la productividad. Por no hablar de la mala reputación que proyecta una empresa al exterior contratando a empleados con comportamiento tóxico.
Los diez comportamientos tóxicos más habituales
En este panorama, cabe preguntarse: ¿Qué puedo hacer desde mi posición de Recursos Humanos cuando me encuentro con comportamientos nocivos que generan problemas en la plantilla? Lo principal es determinar cuáles son y cómo tratarlos. Te mostramos los más usuales:
- Echar balones fuera: Aquí se encuadran los profesionales que no asumen sus responsabilidades. Y no solo eso, sino que suelen echar la culpa a los demás de sus errores.
- Hacer ‘mobbing‘: Es uno de los comportamientos más reprochables puesto que consiste en presionar a otro compañero, llegar a acosarle o hacerle el vacío. Las empresas deben prevenir el acoso con talleres formativos y ser contundentes con las sanciones.
- Ausentarse: Aquí encontramos a los empleados que nunca están en su puesto. Siempre se encuentran tomando café cuando se les busca.
- Llegar tarde e irse pronto: Hay quienes se demoran en su hora de llegada, pero son los primeros que salen por la puerta. Comienzan a recoger antes de que termine su turno.
- Distraerse con el móvil: En este grupo están aquellos que no pueden vivir sin su smartphone. Lo consultan a cada instante, lo que repercute de manera negativa en su productividad.
- Quejarse continuamente: Es otro de los comportamientos habituales. Estas personas contagian la negatividad al resto de compañeros y generan ansiedad.
- Procrastinar: «Luego lo miro», «te lo digo luego», «mañana lo hago»… Las personas que emplean continuamente estas expresiones ralentizan la productividad.
- Atribuirse méritos: Siempre hay alguien que se cuelga medallas que corresponden a otro, aunque ni siquiera haya participado en el éxito.
- Realizar gestiones personales en el trabajo: Hacer la Declaración de la Renta, llamar a su compañía telefónica para cambiar de tarifa… Hacen de todo menos su tarea.
- Generar rumores: Los chismes crean malestar en una empresa. Estos individuos los difunden entre los departamentos.
Acciones para erradicar un comportamiento tóxico
Una vez identificados los comportamientos tóxicos como los descritos, desde Recursos Humanos tendrás que organizar reuniones periódicas con el implicado. Su comportamiento debe analizarse exhaustivamente, monitorearlo y valorarlo para tomar las soluciones idóneas. En muchas ocasiones, el diálogo es suficiente para enmendar estas actitudes.
Si mantiene su postura, tienes que tener un poco de paciencia. Además, es importante fomentar la retroalimentación para garantizar una comunicación efectiva entre ambas partes. Eso sí, lo más indicado es que no se sienta acorralado. Tus palabras no tienen que sonar amenazantes; el objetivo es que reconozca su equivocación. Deberás establecer un periodo de prueba para observar sus avances. Si los intentos no llegan a buen puerto, lo más sensato es que des finalizada la relación laboral.
Como puedes ver, tratar con empleados difíciles para evitar situaciones desagradables es vital para mantener la buena marcha de una empresa. Tienes que tener en cuenta que el comportamiento tóxico se expande, con lo que la prevención resulta primordial. Es una manera de brindarle una nueva oportunidad al trabajador nocivo antes de proceder al despido ya que en sus manos está enmendar el rumbo.
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