El éxito de las empresas depende de muchos factores, pero uno de ellos es, sin duda, la reputación empresarial. La imagen que proyecta hacia el exterior afecta a la organización en todos sus ámbitos.

Una mala reputación empresarial puede afectar desde a los clientes hasta la visión que los trabajadores pueden tener de la empresa como lugar de trabajo. Esto puede dañar de forma determinante a la organización, influyendo en su éxito en el mercado. 

Mala reputación empresarial: Cómo puede afectar a la empresa

 

¿En qué aspectos puede afectar la mala reputación a una compañía?

Si tu empresa se ha ganado una mala reputación frente a la competencia, los trabajadores y los clientes, resultará muy difícil cambiar esta imagen y lograr que te vean de otra forma. La reputación empresarial puede verse dañada de muchas formas diferentes y en todas ellas hay que prestar mucha atención a la solución que se le da. 

De hecho, una vez que la empresa gana mala fama por algún motivo, ya sea por ofrecer un mal servicio, por la mala calidad de sus productos, por pagar mal a sus trabajadores o por desarrollar acciones poco éticas, es difícil cambiar esa situación. Pudiendo incluso llegar a provocar la quiebra.

Veamos los principales aspectos que se ven comprometidos por una mala reputación empresarial:

  • La imagen de la empresa hacia el exterior

La imagen de marca es el primer elemento damnificado cuando se hacen prácticas que generan mala reputación. Esta imagen llega a todos los usuarios y empresas con los que la organización se relaciona.

Por ello, es algo que se extiende rápidamente y que cuesta mucho trabajo posteriormente cambiarlo.

  • La relación con los clientes

Una reputación dudosa hará que los clientes actuales o los futuros tengan serias dudas sobre la idoneidad de trabajar con la organización. Sin duda alguna, es uno de los aspectos que puede verse más dañado debido a esta imagen y que puede tener consecuencias negativas en los resultados económicos de la empresa.

  • El interés de los trabajadores 

Para cualquier persona en búsqueda de empleo encontrarse con una empresa que proyecta una mala reputación no será muy atractivo. Esto hará que sea bastante difícil cubrir puestos vacantes, puesto que en empresas con mala reputación los trabajadores no querrán entrar a trabajar.

Además, para los trabajadores que ya están en la empresa, una mala reputación también les afecta ya que algunos, o muchos, querrán abandonarla.

En este sentido, a las empresas con mala reputación les resulta mucho más difícil atraer y retener el talento que a otras que no tengan ese problema.

En definitiva, desarrollar una mala reputación empresarial puede ser un factor determinante que acabe haciendo mucho daño a las organizaciones.

Por ello, un factor clave es actuar a tiempo, atajar la crisis reputacional corrigiendo la situación lo antes posible para frenar la expansión al exterior. Esto sólo se podrá conseguir con un trabajo conjunto de la Dirección de la empresa y los departamentos de Comunicación, Recursos Humanos y Marketing.