El Círculo de Deming, también conocido como la espiral de mejora continua o PDCA, es un proceso de planificación y optimización diseñado para que las empresas y las organizaciones que lo utilizan puedan incrementar constantemente sus estándares de calidad y ser más eficaces. De este modo, aplicarlo puede ser muy útil para que el equipo de una compañía mejore su rendimiento y aumente la productividad, ya que todo el trabajo y el esfuerzo están enfocados a conseguir una serie de objetivos marcados. Te contamos en qué consiste y cómo aplicarlo.
En qué consiste el Círculo de Deming
El Círculo de Deming consiste en un sistema de cuatro pasos cuyo objetivo es mejorar la competitividad de la empresa. Su característica principal es que es cíclico, de modo que cada uno de los pasos alimenta al siguiente, éste al siguiente y así de manera sucesiva. Sus etapas son las siguientes:
- Planificar (Plan): Durante la primera etapa tendrás que analizar el estado de la empresa y sus necesidades. Esto te permitirá definir una serie de objetivos, así como las acciones que te ayuden a alcanzarlos. También tendrás que determinar cómo vas a evaluar si dichos objetivos se han obtenido o no.
- Hacer (Do): Una vez que hayas detallado las actividades que deben llevarte a cumplir los objetivos, es el momento de ponerte manos a la obra. En este sentido, debes implementar el plan definido siguiendo las directrices que hayas establecido en la fase uno.
- Comprobar (Check): Después de haber puesto en marcha la maquinaria, debes ver si has sido capaz de avanzar en la dirección adecuada. Para hacer tus valoraciones tan solo tendrás que seguir el sistema de evaluación que tú mismo hayas definido en la primera fase. Lo primordial es determinar el grado de cumplimiento de los objetivos e identificar cuáles son las acciones más efectivas.
- Actuar (Act): En esta última fase debes estudiar los resultados del control para elaborar informes y comparativas. Toda la documentación que generes durante esta fase va a servir para crear el siguiente plan, ya que el proceso vuelve a iniciarse tras realizar los ajustes correspondientes.
Cómo aplicar la espiral de mejora continua
Si quieres aplicar la espiral de mejora continua a tu empresa necesitarás hacer un pequeño esfuerzo y concienciar a tus empleados acerca de su importancia y de su efectividad. Completar el primer ciclo es lo más costoso, pero, una vez hecho esto, tan solo habrá que ir recorriendo el bucle.
De este modo, lo primero que tendrán que hacer tus empleados será trabajar concienzudamente en la planificación, lo que exigirá que se lleven a cabo distintos tipos de acciones como, por ejemplo, un análisis de mercado, un brainstorming o diagramas, entre otros. Recuerda que la motivación es imprescindible y que, aunque esto pueda parecer abrumador a tu equipo, esta fase va a asentar los cimientos sobre los que se elaborarán los sistemas de calidad.
Del mismo modo, la tercera fase también será algo tediosa, así que tendrás que animar a los miembros de tu plantilla, ya que deberán elaborar mucha documentación y analizarla mediante diagramas de Ishikawa y Pareto, listas de control y otras herramientas de evaluación.
La última fase exigirá a tus empleados ser más creativos y trabajar en equipo. Por eso, las dinámicas de grupo serán imprescindibles. En este sentido, puedes organizar actividades de team building para garantizar el éxito de tus trabajadores. Asimismo, promover el Design Thinking es también una opción muy acertada.
La implementación del Círculo de Deming en tu empresa puede ser de enorme utilidad. No obstante, dado que requiere un esfuerzo, debes concienciar a tus empleados acerca de su importancia y hacerles saber que su implantación tendrá consecuencias muy positivas para la empresa. ¿Estás preparado para llevar a tu compañía al siguiente nivel? ¡No lo dudes!