La incapacidad temporal es una de las causas de la suspensión de un contrato. Se trata de una prestación diaria que cubre la pérdida de rentas mientras el empleado no puede acudir a su puesto de trabajo. Esta imposibilidad se da cuando el trabajador sufre una enfermedad o accidente y recibe asistencia sanitaria. ¿Cuándo se inicia? ¿Cuál es su duración? ¿Cuál es el coste para la empresa? Te desvelamos los detalles.

¿Cuándo comienza el pago por incapacidad temporal?

La incapacidad temporal comienza el cuarto día de la baja. Imagínate que el empleado sufre una enfermedad común como una gripe o un accidente no laboral. Esto implica que,  para recibir la prestación, deben haber transcurrido esos cuatro días. Es necesario especificar también que si el trabajador padece una enfermedad común, deberá cumplir otro requisito para recibir el pago: necesitará tener cubierto un período de cotización de 180 días en los cinco años previos.

Toda la información sobre la incapacidad temporal

De este modo, si un miembro de tu equipo padece un accidente en el trabajo como puede ser la caída desde un andamio o si padece una patología profesional como es el caso de una silicosis la situación laboral de la que estamos hablando comenzaría al día siguiente de la baja.

¿Qué duración máxima tiene?

La duración máxima es de 365 días. Una vez agotado este periodo, será el Instituto Nacional de la Seguridad Social el único con potestad para prorrogar la incapacidad hasta 180 días más.

Hay que tener en cuenta que, superado ese tiempo, deberá emitirse el alta médica o tramitar la incapacidad permanente si las lesiones persisten. Es importante saber que este derecho puede extinguirse antes por no acudir a los exámenes médicos o por el reconocimiento de la pensión de jubilación.

¿Cuándo paga la empresa?

En caso de accidente no laboral y enfermedad común, el subsidio se calcula a partir de la base reguladora diaria. Esta se obtiene dividiendo la base de cotización del empleado del mes previo al comienzo de la incapacidad por los días a que esta cotización se refiere. Es a partir del cuarto día (y hasta el decimoquinto) cuando paga la empresa.

Las obligaciones de la empresa

El trabajador cobra el 60 % de la base reguladora. La responsabilidad recae después en la Mutua o en la Seguridad Social (a partir del día 22 se cobra el 75 % de la base reguladora). Eso sí, aunque el empresario reciba después este pago, seguirá siendo la empresa la que lo materialice como si de una nómina se tratara.

El empleado de baja recibirá un 75 % de la base reguladora si sufrió un accidente laboral o una enfermedad profesional. El abono de esta prestación debe realizarlo la entidad gestora o empresa colaboradora. Además, el empresario tiene que abonar de manera íntegra la cuantía que corresponda al día del accidente, pues se considera trabajado. La empresa también deberá remitir los partes médicos en un periodo máximo de cinco días a Mutua o al INSS.

La base reguladora se calcula como en el caso anterior. Aunque hay un matiz: si existe, debes incluir la base de cotización por horas extraordinarias.

En definitiva, la incapacidad temporal es una situación laboral muy recurrente y en la que el trabajador y la empresa tienen que estar en contacto permanente. Ten en cuenta que si necesitas cubrir alguna posición en tu empresa por la incapacidad temporal de algún compañero, no dudes en contar con nuestros servicios.