Lunes, 10 de mayo. Son las nueve de la mañana y el Mutua Madrileña Madrid Open 2010 comienza una nueva jornada. Aún no han llegado los espectadores pero en los diferentes departamentos de la inmensa Caja Mágica, a las afueras de la capital, la actividad ya ha empezado. Además, hoy no es un día cualquiera. Adecco, patrocinador y proveedor oficial de recursos humanos del torneo, celebra su ‘Adecco Experience Day’, una iniciativa gracias a la que cuatro jóvenes profesionales podrán formarse junto a los jefes de cada una de las grandes áreas y departamentos de organización del evento: comunicación, hostelería, fisioterapia y dirección. Todos se reúnen en la nave central, comienza un intenso día.
Periodismo
La tarea empezó pronto para Gorica Vukojicic, licenciada en Periodismo. De hecho, fue el día anterior el que marcó un antes y un después en su carrera. Se inscribió en el proceso de selección del proyecto para conocer de primera mano el trabajo de Benito Pérez, jefe de prensa de Novak Djokovic. El tenista serbio no jugaba el torneo, pero Pérez tenía mucho que enseñarla. Su bautismo fue en la sala de prensa del Open, donde comprobó el trabajo de los profesionales de los medios, en un ir y venir de cámaras y micrófonos. Después, «nos pusimos a hacer el ‘clipping’ [seguimiento de las noticias aparecidas en la prensa] del día anterior», narra Gorica mientras llegan sus compañeros. Después del seguimiento de medios llegó la rueda de prensa con Rafael Nadal: «Nos reunimos con él para organizarlo y ver cómo se iba enfocar. Para mí fue muy interesante ya que no es lo mismo estar a uno que a otro lado de la comunicación. Tienes que planificarlo todo al detalle, aún cuando la persona que llevas sea alguien tan natural como Nadal». Pero la prueba de fuego vendría después, cuando acabada la jornada, y con mucho ya aprendido —»sobre todo a tomar decisiones rápidas»—, Benito la llama de nuevo para proponerle una nueva clase: un directo. Nadal aparecía en el telediario de La Primera e iban a gestionarlo ambos, serían los únicos en el ‘set’ junto a él. «¿Recuerdas lo más importante?», le comenta a Gorica al día siguiente, cuando pasa por el punto de encuentro de Adecco. «Nunca lo olvides: organización y sentido común».
Hostelería
El binomio formado por Guillermo Montiel, seleccionado para el ‘Adecco Experience Day’ en la categoría de hostelería y su mentor, Juan Carlos Moreno, director de Food Intelligence de Sodexo y responsable del comedor de jugadores del torneo, funciona desde el principio. Ambos adoran estar entre fogones, aunque como inicia su clase Juan Carlos, la tarea empieza mucho antes de llegar a la cocina: «Es como una película —le comenta mientras comienzan a caminar hacia el muelle de carga—; lo más importante es la preproducción y, luego, estar pendiente de que no falle nada del ‘script’». Moreno se refiere al difícil trabajo que supone dar cada día de comer a empleados, prensa, jugadores y visitantes con sus diferentes necesidades y horas (a lo largo del torneo se consumirán más de 150.000 kilogramos de producto terminado). Por eso, y mientras camina junto a Guillermo hacia el comedor del ‘staff’, no deja de interesarse por la situación de los diferentes ‘centros neurálgicos’ de su labor en el Open a través del teléfono o en persona. Aún son las 10.30 pero todo empieza a estar listo. Entre escenario y ‘backstage’ de uno y otro comedor, Juan Carlos relata a Guillermo cómo la experiencia le ha dado un bagaje fundamental en su trabajo y lo importante que es la formación de base para tener un punto desde donde empezar. Guillermo la tiene, es titulado en Cocina y Pastelería y Panadería y, por eso, entiende muy bien las fases que le explica el responsable de comedores del torneo y los detalles de la confección del menú, «desde la edad, en el caso de los empleados, hasta la actividad física, en el de los deportistas». El tráfico de bandejas en el limpio pasillo que conecta el comedor de prensa y el de jugadores denota que ya hay deportistas que están empezando a comer. Mentor y aprendiz se dirigen a comprobar cómo es la puesta en escena porque, según comenta Moreno, «es muy importante tener un concepto que transmitir». «Por regla general, cuando se habla de cocina española, se piensa en un Arzak o en un Adriá, pero la gran mayoría son personas de perfiles bajos que trabajan muy duro. Mi idea con este planteamiento [dice mirando a una de las deportistas que se sirve una deliciosa salsa de tomate en su pasta] es que todos los que coman aquí piensen que la cocina no es magia».
Fisioterapia
Las instalaciones del centro médico del Mutua Madrileña Madrid Open son las más restringidas. Por eso Lorena Pacheco, titulada en Enfermería y Fisioterapia, permanece un buen rato en silencio mientras escucha las primeras indicaciones de su mentor, Tomas Pérez, director del Servicio Médico del Open. Enganchado constantemente a unos cascos y un ‘walkie talkie’ —para poder estar pendiente de cualquier posible entrada de jugadores en su área— recorre con ella las diferentes salas donde los tenistas «tienen ese momento de descanso que no encuentran en otro lugar». Camillas, sillones de masaje y muchos especialistas intercambian opiniones acerca de tratamientos. «En nuestro torneo, como en todos los de alto nivel, los jugadores reciben una asistencia de fisioterapia muy completa, que cubre con creces sus necesidades», dice entrando con Lorena en el ‘box’ de fisioterapia. Allí, le presenta a los que serán sus compañeros durante todo el día —»somos 19, contigo, 20″, dice Pérez— y con los que atenderá a entre 90 y 100 pacientes: «A lo largo del torneo pasarán por aquí cerca de 400 personas, 800 si hablamos de todo el servicio médico». Les dejamos con la clase pero por la tarde nos volveremos a encontrar con Lorena, quien nos comentará: «Estoy aprendiendo muchísimo, hay gran compañerismo y lo que me han transmitido es una sensación de trabajo en equipo y profesionalidad enorme». ¿A quién ha visto en consulta? La discreción es muy importante, y con eso volverá esta fisioterpeuta a sus cursos en la Cruz Roja en Barcelona.
Secretariado
La mañana se va agotando y llegamos al departamento de Dirección. La Caja Mágica, hasta ahora trastienda de camillas, micrófonos y hornos, se convierte en una oficina de dimensiones, nunca mejor dicho, deportivas. Los pasillos se llenan y vacían a una velocidad de vértigo de personas de diferente nacionalidad e idioma. Sólo un denominador común, la sonrisa. En uno de ellos nos encontramos a Carolina Compadre, la madrileña ganadora del apartado de secretariado. La acompañamos al despacho de Marisa Pisaca, asistente del presidente del torneo, pendiente de un ordenador y dos teléfonos. Carolina continúa con su clase magistral. Debe estar atenta al móvil para gestionar una cena con personalidades. «Recuerda —dice Pisaca a su nueva alumna—: Confirmaciones, acompañantes y transporte. Ya hemos hablado antes del ‘tú y el ‘usted’». Carolina le consulta si los pasos son como los de otra gestión anterior. «Veo que aprendes rápido», comenta Pisaca mientras se dirige a la ‘caja B’ donde tienen todo el material de papelería. En ese momento esta profesional de larga experiencia internacional en secretariado le recuerda la importancia de la imagen de marca del material de papelería y de que hasta esos pequeños detalles hay que saber gestionarlos. «Next!», grita amablemente en inglés antes de sentarse a ver la siguiente tarea que se multiplica por tres en un abrir y cerrar de ojos a la vista del correo abierto en el ordenador y dos llamadas a los diferentes teléfonos. «Somos un buen equipo», vuelve a decir mientras atiende todas los requerimientos con diligencia y explicando al detalle todas sus acciones a Lorena: «Y después, pase lo que pase, a comunicárselo al jefe; es lo más importante».