En todas las nóminas aparece desglosada la remuneración total. Por un lado, se puede ver el sueldo base y por otro los complementos salariales. Estos, que están regulados por la legislación española, son los hacen que los empleados que comparten puesto de trabajo perciban un sueldo diferente. A continuación te contamos qué son, qué tipos hay y cómo se aplican.
¿Qué son los complementos salariales?
Estos ingresos son un complemento al salario base, que es el resultado de todas las retribuciones económicas de un empleado en base a la prestación profesional de servicios por cuenta ajena. Recuerda que la retribución hace referencia tanto al trabajo efectivo como a los períodos de descanso que se computan como laborales.
El salario base es aquella remuneración que se fija por obra o unidad de tiempo mientras que los complementos salariales aluden a aquella retribución que se determina en base a las circunstancias de cada caso concreto. Los complementos salariales pueden ser personales o pueden estar relacionados con la situación de la empresa, con el desarrollo del trabajo o con los resultados obtenidos.
El Estatuto de los Trabajadores define estos complementos como cuantías económicas que un profesional que trabaja por cuenta ajena percibe y que, al sumarlo al salario base, conforman la retribución salarial completa.
¿Cuántos tipos de complementos salariales hay?
En base a su origen, puedes encontrar distintos tipos:
- Idiomas: en ocasiones se valora tener conocimientos de otras lenguas siempre y cuando repercutan en el desempeño laboral.
- Calidad del trabajo: una alta productividad y realizar horas extras suele recompensarse.
- Riesgos del empleo: la peligrosidad, la toxicidad o cuestiones similares conllevan un plus salarial.
- Festivos: trabajar estos días suele conllevar un incremento en la nómina.
- Nocturnidad: entre las 22 y las 6 horas las empresas suelen añadir un extra a los salarios base.
- Disponibilidad: se concede un extra por la capacidad de adaptación de un empleado a las circunstancias de la empresa.
- Gratificación y participación: en ocasiones se otorgan en función de los resultados financieros de cada organización.
- Antigüedad: en función del tiempo que haya trabajado un profesional en una misma compañía se pueden incluir complementos salariales.
¿Cómo se aplican los complementos salariales?
Tanto la jurisprudencia como el Estatuto de los Trabajadores dictan que se deben establecer una serie de pautas para poder aplicar los distintos conceptos de retribución personalizada:
- Si dependen de las circunstancias personales, salvo mención expresa, son consolidables, es decir, no se pueden modificar ni anular.
- Los complementos que dependen del puesto de trabajo o de la situación financiera de la empresa no son consolidables, salvo pacto expreso.
No olvides además que también existen complementos en especie, que son aquellas remuneraciones distintas al dinero que se ofrecen al trabajador. Algunos ejemplos podrían ser un coche de empresa o las dietas.
Conocer cuáles son los distintos tipos de complementos salariales te será de gran ayuda a la hora de preparar las nóminas de tus empleados. No olvides tampoco que hay muchos incentivos laborales que son importantes y que, en este sentido siempre es conveniente que recurras al salario emocional para mejorar el bienestar de los miembros de tu equipo. Ten en cuenta que uno de los factores más importantes en una empresa son los trabajadores y lo mejor es conseguir fidelizarlos.