Las máquinas harán las tareas aburridas y repetitivas y los humanos nos dedicaremos a crear, a experimentar, a investigar, a superarnos en disciplinas deportivas o a disfrutar de estar con los nuestros. Esta es la cara positiva frente a la cruz de las suspicacias que despierta la Inteligencia Artificial (IA) como sustituta de la fuerza del trabajo. Un competidor imbatible frente a determinadas capacidades humanas. La cuestión es que la implantación de la IA está suponiendo un desafío tanto a nivel global como en las empresas de nuestro país.
¿Qué presencia tiene la Inteligencia Artificial?
En el marco de la reunión de líderes que cada año se encuentran en la ciudad suiza de Davos, para tomar la temperatura a la economía mundial, Adecco Group Institute, la escuela de negocios Insead y Google presentaron el Índice de Competitividad por el Talento Global (GTCI, según sus siglas en inglés).
Esta herramienta pretende medir la capacidad que tienen los diferentes países de gestionar el talento en sus empresas. Poniendo el foco en cuatro aspectos: la facilitación, atracción, crecimiento y la retención de profesionales competentes.
Puntos en los que destacamos
Para destilar los datos que dan como resultado este índice se analizan variables que representan diferentes ámbitos dentro del mundo laboral. Desde el grado de idoneidad de la gestión de la formación en los centros de estudio, la diversidad del mundo laboral en cuanto a la incorporación de personas migrantes, el grado en la igualdad de género o la introducción de robots como medios de producción.
Teniendo como referencia este índice, el estudio elabora diferentes rankings que jerarquizan a los países según se ponga el foco en uno u otro ámbito. España consigue una puntuación de 55,70 puntos sobre 100, mejorando ligeramente su dato respecto a 2019. Lo que significa que se posiciona en el número 32 de 132 países analizados.
España destaca especialmente en la gestión de los centros públicos educativos, el número de estudiantes universitarios, la buena integración de las personas migrantes y en sus actitudes respetuosas con el medio ambiente.
¿En qué podríamos mejorar?
Sin embargo, según el índice, en España hay todavía mucho recorrido de mejora en cuanto al uso de la tecnología en las empresas. En esta variable, en concreto, hace que nuestro pais baje hasta el puesto 47. Aunque también hay algunos buenos datos en este terreno y es que ocupa el número 14 en la implantación de robots.
Con una brecha de género cercana al 24%, según datos del sindicato UGT, el informe también da cuenta de esta grave desigualdad entre hombres y mujeres en el ámbito laboral con el descalabro en las puntuaciones de nuestro país en oportunidades directivas para mujeres. Con este resultado, se desploma hasta el puesto 118 (de 132), el peor dato de todas las características analizadas.
La importancia de la Inteligencia Artificial
El estudio dedica un capítulo especial a la incorporación de la IA al trabajo. Se incide en la importancia en la colaboración humano-máquina para un despliegue sin precedentes del avance tecnológico. Esto requeriría de la capacitación en materia digital de los trabajadores para hacer posible esta asociación.
El camino será largo porque la brecha tecnológica entre los países más avanzados y el resto se agranda. Para tratar de adelgazarla, desde Adecco hacen una interesante propuesta. El consejero delegado del grupo, Alain Dehaze anuncia que “el Grupo Adecco se compromete a mejorar las habilidades y a reciclar a cinco millones de personas en todo el mundo para el año 2030, equipando a los individuos con futuras habilidades que les permitirán prosperar en la era de la IA”.
Cuatro ciudades destacan en retención del talento
La capacidad que tengan las diferentes zonas geográficas para incorporar la inteligencia artificial a las tareas relacionadas con la retención del talento será lo que las distinga en el futuro. De momento, hay cuatro ciudades españolas que despuntan en la gestión de capital humano. Estas ciudades son: Madrid, en el número 24, Barcelona en el 28, Bilbao (83) y Zaragoza (90).
El estudio concluye que, para que la colaboración de los seres humanos con la inteligencia artificial sea un éxito, se debe empezar por construir los aspectos positivo de esta simbiosis. La asociación de mentes humanas y artificiales mejorará el desempeño de forma exponencial, el trabajo será más estimulante y mejorará el empleo del tiempo.
Si te interesa conocer más sobre este estudio aquí puedes consultar todos los datos.