Con la llegada de la pandemia, el auge del teletrabajo modificó radicalmente las relaciones laborales. Sin embargo, unos cuantos años después de aquella crisis, las tecnologías de la información y las herramientas digitales han llevado el trabajo en remoto un paso más allá. La nueva tendencia es el Smart Working, que une las ventajas del trabajo a distancia con las potencialidades de la tecnología. En este artículo, hablamos de sus características principales.

¿En qué consiste el Smart Working?

En los últimos tiempos, se han producido una serie de cambios totalmente revolucionarios en el ámbito de las relaciones laborales. Las empresas, más centradas que nunca en la retención del talento, en la eficiencia y en el bienestar laboral de sus equipos, buscan fórmulas que contribuyan a alcanzar estos objetivos para, en última instancia, aumentar su productividad y su nivel competitivo.

Por su parte, los trabajadores valoran cada vez más los beneficios relacionados con la flexibilidad laboral. Además, ponen en el centro de sus intereses a la hora de comprometerse laboralmente, aquellos aspectos de las empresas que contribuyan a su salud mental, que potencien su autonomía profesional o que apuesten decididamente por la innovación empresarial, entre otros.

En relación a este tipo de reflexiones, las empresas han ido un paso más allá en la gestión del tiempo de sus equipos. Y de las diferentes opciones de teletrabajo que ya conocemos, ha surgido la modalidad de Smart Working.

Este concepto, aún minoritario en España, presenta las siguientes características:

  • Ruptura espacio-temporal: en esta modalidad de trabajo a distancia existe flexibilidad horaria. Además, el empleado puede conectarse a su trabajo desde casa, un hotel, una cafetería o cualquier otro lugar.
  • Tecnologización del entorno de trabajo: la empresa pone a disposición del empleado todas las herramientas digitales La libertad de acceso, la colaboración en línea y el trabajo en la nube son esenciales.
  • Trabajo por objetivos: existe compromiso y confianza entre empresa y trabajador. Ya no importa el tiempo de trabajo sino la consecución de los objetivos acordados.

Ventajas de la implantación de estas políticas de RRHH

Aunque, como decíamos, estas políticas tienen aún poca implantación en nuestro país, son indudables las enormes ventajas que aportan tanto a la empresa como al empleado. Entre ellas podrías destacar las siguientes:

  • Mayores tasas de eficiencia y rentabilidad
  • Reducción de costes
  • Multidisciplinariedad en la conformación de equipos

No obstante, es evidente que para que este tipo de estrategias calen todavía más, las empresas deben recorrer un camino de cambio organizacional. La presencialidad es todavía una característica muy marcada de nuestras relaciones laborales y, sin embargo, España está a la cola en términos de productividad en Europa.

Por otro lado, debe existir un procedimiento de trabajo muy claro y las normas de funcionamiento de esta modalidad deben ser conocidas y consensuadas desde RRHH. De hecho, en muchos casos, es el propio Convenio Colectivo de referencia el encargado de ir incorporando este tipo de situaciones.

El Smart Working es una muestra más de los nuevos paradigmas de trabajo que se irán implantando poco a poco en nuestro día a día.