Los síntomas de trabajadores desmotivados son fáciles de reconocer. De hecho, conviene estar atentos a su aparición, ya que un profesional que ha perdido la motivación en su trabajo diario necesita una rápida solución a su problema antes de que la situación se enquiste.
La desmotivación de los empleados tiene un alto coste para la empresa. No detectar los síntomas de trabajadores desmotivados precozmente puede traducirse en una pérdida de productividad y un empeoramiento del ambiente laboral.
Principales síntomas de trabajadores desmotivados
Los síntomas de trabajadores desmotivados son muy evidentes. Repetidos a lo largo del tiempo indican que algo no funciona como debería. Entre los más frecuentes se encuentran los siguientes:
Falta de iniciativa
Un trabajador desmotivado hace el mínimo que se le puede exigir en su puesto porque, en la mayoría de los casos, su única motivación es no perder el trabajo y seguir cobrando su sueldo. Una actitud muy diferente de un empleado motivado, que hará todo lo que esté en su mano por mejorar y optimizar su trabajo.
Quejas continuas
La desmotivación de un empleado se puede percibir por sus quejas constantes acerca del trabajo que tiene que desarrollar. Muchas veces las manifestaciones de desacuerdo serán infundadas o el empleado arrastrará una negatividad que incluso puede transmitirse al equipo de trabajo.
Escasa concentración
Si un profesional está más desmotivado de lo habitual puede sufrir de una falta de concentración. Invertirá el tiempo en otras actividades, como tomar café, consultar las redes sociales o mirar continuamente la hora. Además, la presentación de su trabajo puede ser descuidada o denotar una falta de esfuerzo.
Intentos de pasar desapercibido
Uno de los síntomas de trabajadores desanimados más evidentes es el intento de pasar desapercibido. El empleado no presentará una comunicación fluida con sus superiores ni con sus compañeros, y tratará de no expresar su opinión excepto cuando se la pidan directamente.
Excesiva conformidad
En ocasiones, la desmotivación de un trabajador se puede observar por su excesiva conformidad. Un empleado que dice “sí” a todo lo que le encargan sus superiores, sin manifestarse al respecto ni mostrar iniciativa, puede reflejar una falta de compromiso con el trabajo a realizar.
Qué implica la desmotivación y cómo solucionarlo
La desmotivación de los trabajadores puede tener graves consecuencias para la empresa. Un trabajador que ha perdido la motivación es, ante todo, un profesional que no está al 100% de su capacidad. Lo que implica que no está siendo todo lo productivo que puede llegar a ser.
Además, los empleados desmotivados no transmiten una imagen positiva de la compañía en la cual desempeñan su trabajo. Esto supone un problema para la organización a la hora de atraer y retener talento. La desmotivación supone, además, un peligro para el ambiente laboral y resulta contraproducente otros miembros del equipo.
Cuando se detecten los primeros síntomas de trabajadores desmotivados es necesario una actuación inmediata. El primer paso será mantener una conversación con el empleado para que pueda explicar su malestar. La búsqueda de una solución puede reconducir la situación.
Tras descubrir la existencia de síntomas de trabajadores desmotivados, es necesario que la empresa compruebe si existe una desmotivación real o si la conducta responde solamente una mala racha del empleado. En algunos casos el problema de la desmotivación puede resolverse de una manera tan sencilla como proceder a un reajuste de tareas, ofrecer más o menos responsabilidades, o buscar compensaciones al trabajo realizado. Con estos reajustes saldrá ganando no solo el trabajador, sino también la empresa.