En el ámbito financiero y de gestión económica de la empresa, existen varios indicadores que nos ayudan a conocer la salud financiera de la compañía y, por tanto, a planificar una política de compras correcta. Uno de esos KPI es la rotación de proveedores, o índice de rotación de cuentas por pagar. En este artículo, conoceremos en qué consiste este índice esencial en la cadena de suministro y la gestión de proveedores.
Qué es la rotación de proveedores o índice de rotación de cuentas a pagar
Podemos definir este concepto como el número de ocasiones en las que una empresa paga a un proveedor durante un determinado tiempo, ya sea mensual, semestral o anualmente.
Conocer este dato y tenerlo incorporado al cuadro de mando, ayuda a las empresas a controlar su cash, así como los ingresos y ahorros necesarios para hacer frente a dicha obligación.
Para realizar el cálculo de este índice, se utiliza una fórmula matemática que es la siguiente:
-Saldo de cuentas por pagar, multiplicado por el número de días al año, y todo ello dividido por el coste total de las ventas
Entre las utilidades principales de este índice estarían las siguientes:
- Conocer si la empresa cumple con el mismo en sus pagos y en su relación con proveedores.
- Distinguir problemas de liquidez y tomar decisiones de tipo financiero al respecto, para reducir el riesgo de suministro o establecer una posible diversificación de proveedores.
- Comparar dicho índice de rotación con el existente en el sector, para mejorar el rendimiento de los proveedores e, incluso, alcanzar una deseada reducción de costes.
En definitiva, este índice le sirve a la empresa para establecer criterios de evaluación que mejoren, entre otros aspectos, la selección de proveedores y la relación coste-beneficio en este sentido.
Por supuesto, también ayuda a la empresa a mejorar su posición respecto de sus proveedores, ya que la capacidad de negociación es mayor, pues la empresa conoce sus posibilidades de rotación y puede establecer un acuerdo beneficioso en ese sentido. De la misma forma, también los proveedores conocen estos niveles de rotación dentro de su sector. Por lo tanto, intentar ampliarlos solo puede conducir a empeorar la relación e, incluso, a perder el suministro.
La importancia del departamento de compras
Aspectos como el que acabamos de ver, refuerzan la idea de lo importante que es contar en la empresa con un departamento de compras o, en todo caso, con una o varias personas encargadas de la gestión integral de la relación con los proveedores, como los Supply Chain Managers (SCM).
Elementos como la gestión del stock, las políticas de precio y de gasto-beneficio, el cumplimiento de las normativas de calidad, o la eficiencia en las entregas de los productos o servicios, son tareas esenciales dentro de cualquier proceso productivo.
De hecho, los objetivos de la empresa deben ser compartidos y estar integrados en la gestión de proveedores, ya que una mala estrategia de compras condiciona por completo todo el proceso de venta y de relación con los clientes. Y esto, por último, redundará negativamente en el posicionamiento y en la competitividad de la empresa.