Como probablemente ya sabes, el salario está compuesto de dos conceptos principales. Por un lado encontramos el salario base, que se constituye como la cantidad fija que percibe el trabajador por su labor. Y por otro, están los complementos salariales. Estos últimos se agregan al salario por diferentes circunstancias, como método de compensación específica. Ya sea a causa de pagas extraordinarias, por plus de antigüedad, por la formación de la persona o, en el caso que te explicamos a continuación, por el complemento salarial ad personam.
¿En qué consiste el complemento salarial ad personam?
Dentro de la nómina de cada empleado existen numerosos conceptos asociados. Tal y como dicta el artículo 26.3 del Estatuto de los trabajadores, la estructura salarial está conformada por el salario base y, en su caso, por diferentes complementos salariales.
Aquellos que cuentan como complementos salariales son los dirigidos a retribuir el trabajo, en base a las cantidades que ha de percibir una persona en concreto, dependiendo de su situación única en la empresa.
Es decir, que, tal y como se expresa en el artículo mencionado, son “fijados en función de circunstancias relativas a las condiciones personales del trabajador, al trabajo realizado o a la situación y resultados de la empresa, que se calcularán conforme a los criterios que a tal efecto se pacten cuentan como un incentivo personalizado para el trabajador en cuestión”.
La determinación de estos complementos viene dada por defecto en el convenio colectivo al que esté adscrito la compañía. Aunque, por supuesto, el contrato individual de trabajo podrá modificar (siempre en base a la mejora de los criterios mínimos) lo acordado en la negociación colectiva.
En este caso concreto, la mejora retributiva ad personam se define como un ajuste salarial sujeto a los cambios recogidos en las tablas salariales de los diferentes convenios colectivos, como forma de incremento individual.
En muchos convenios, el beneficio laboral conocido como plus de antigüedad ha dejado de recogerse. Es por esta circunstancia que, en aras de regular la diferencia entre el salario base y el salario real, se ha ideado el complemento salarial ad personam. De esta forma, los trabajadores que ingresan un salario base superior al establecido en las mencionadas tablas, ven recogida la diferencia mediante el cálculo de este complemento.
¿Es obligatorio para la empresa? ¿Cómo se calcula?
La obligatoriedad de retribuir este concepto viene dada por el acuerdo establecido en el convenio colectivo de aplicación, así como lo acordado en el contrato de trabajo individual. Por lo que la política compensatoria de la empresa deberá recogerlo según lo estipulado.
Para el cálculo del complemento hay que tener también en cuenta los mismos criterios que se expresan en los acuerdos. Aunque, en este sentido, es posible que el convenio colectivo no recoja la manera específica en la que debe plasmarse.
Si el método de cálculo no viene expresado en el convenio, debes tener en cuenta que, para realizarlo, no se debe incorporar la suma del importe dedicado a las pagas extraordinarias. Asimismo, el cálculo del porcentaje se hace teniendo en cuenta las vacaciones, y también los tiempos de descanso de los trabajadores.
En ocasiones, el cálculo vendrá dado mediante un porcentaje específico en base a las condiciones personales del trabajador. Por lo que bastará con aplicarlo sobre el salario base, dependiendo de lo que dicte el convenio.