La mejora de la productividad es uno de los mayores rompecabezas en las empresas. Se van muchos esfuerzos, a veces con frutos insuficientes. Conseguir equipos de trabajo altamente efectivos (ETAE) pasa por construir ambientes de trabajo que favorezcan la voluntad de colaboración y la pasión por contribuir a los logros. La presión no forma parte de esta ecuación.

La comunicación, elemento fundamental para crear un EATE

Los equipos de trabajo altamente efectivos tienen una serie de características fácilmente identificables (e implementables). Los objetivos que persiguen están definidos muy claramente de antemano, la propia dinámica de trabajo produce resultados innovadores y la búsqueda de la excelencia en cada miembro del equipo proporciona logros con un altísimo nivel de calidad.

El ecosistema que facilita el desarrollo de un equipo de trabajo con alta efectividad está formado entre otras características por una comunicación excelente. Entran en juego para ello el nivel de confianza que despeja el temor a proporcionar ideas originales, libres de prejuicios, por lo que el hallazgo de soluciones creativas es más habitual.

En un ambiente de este tipo se genera un marco de confianza basado en la aceptación de la vulnerabilidad. Se permanece abierto al conflicto para poder hablar con trasparencia y autenticidad. Por otro lado, se fomenta la celebración de los logros, a la vez que se produce el reconocimiento de las fortalezas de cada miembro. Cada uno debe recibir una retroalimentación constructiva del trabajo que hace. Además, cada miembro de un equipo de trabajo altamente efectivo se involucra con un fuerte compromiso.

Claves para crear equipos de trabajo altamente efectivos

Un liderazgo participativo

La amalgama de un ETAE es la visión común. En el sentido de que se comparten metodologías y procesos comunes, gracias a los que se coordinan y ejecutan tareas. El liderazgo de un equipo de estas características será fundamentalmente horizontal, pero también rotativo. Esto lo permite unos objetivos que están bien alineados.

La distribución equitativa de la carga de trabajo, donde los roles están definidos claramente y todos los participantes asumen un alto nivel de responsabilidad sobre el logro de los objetivos. A su vez, todos los miembros tienen una visión compartida y global de todo el proceso.

Otra de las cuestiones importantes es el enfoque hacia la resolución de problemas, y evitar dedicar más tiempo del necesario ante los errores que se cometan durante el desarrollo del proyecto. En formas de trabajo de estas características deben minimizarse estos fallos, aceptándolos y aprendiendo de ellos, sin duda, pero sin que produzcan bloqueos o señalamientos y saber remontar hacia soluciones alternativas adoptando altos grados de resiliencia. La solución es responsabilidad del trabajo en equipo y los logros nunca son individuales.

El semillero para crear equipos de trabajo altamente efectivos

Fomentar el compromiso con la empresa para mantener una cantera disponible para formar equipos de trabajo alta efectividad pasa por tener presente un buen engagement en las organizaciones. Esto se logra implementando medidas dedicadas a la formación continua, donde el mensaje que se cultiva es que la empresa, además de velar por sus intereses, es un lugar donde se impulsa el crecimiento profesional de sus empleados.