Hablar del bienestar en el trabajo y de las empresas saludables está relacionado específicamente con el ODS 3. Una empresa responsable, que participa en el Pacto Mundial, es “un buen ciudadano corporativo” que crea riqueza económica, social y ambiental, con el propósito superior de contribuir a la consecución de un mundo mejor y sostenible. Solo queda una década para el hito del 2030 y las empresas son agentes decisivos para alcanzar el éxito.

ODS 3 en la empresa

Dentro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, el ODS 3 atiende a la promoción de la vida saludable y del bienestar para todas las personas de todas las edades. La empresa es el agente ideal para detectar los factores que obstaculizan la salud y bienestar laboral, aplicando en la medición los indicadores de sostenibilidad, y así poder gestionar las estrategias necesarias.

Algunas propuestas han orientado su cultura organizacional hacia cinco dimensiones: personas, prosperidad, planeta, paz y alianzas. Por tanto, la salud se entiende desde un enfoque ecobiopsicosocial. Es decir, más que salud individual, se trata de salud colectiva y de la generación en el equipo de trabajo, incluso de manera virtual, de redes salutogénicas. Recuerda que, tras la pandemia, es clave integrar las medidas concretas de higiene y prevención de la COVID con el desarrollo de los planes para la consecución de los ODS.

Los valores y las conductas que aplica cada elemento de la empresa son parámetros de sostenibilidad. Impactan en tres ámbitos: creando valor económico, social y ambiental. La idea es alinear estos impactos evitando brechas entre lo económico, por un lado, y lo social y ambiental por otro. Así se conforma una cultura empresarial sostenible.

En este sentido, ya conoces los premios a las empresas saludables. En estas organizaciones, por ejemplo, el bienestar integral de las personas, es decir, el equilibrio entre su salud física, emocional y mental está directamente vinculado al bienestar de la organización. Y además se inserta en un marco de referencia que apunta a objetivos sociales, como garantizar el acceso universal a las necesidades básicas.

Planes de bienestar, RSC y Cultura de Sostenibilidad

Cada vez son más los clientes, proveedores y empleados que valoran positivamente las empresas que quieren ser mejor “para” el mundo, y no las mejores “del” mundo. Como sabes, la responsabilidad social corporativa (RSC) consiste en integrar de manera voluntaria principios de sostenibilidad en los procesos productivos.

Las prácticas de los planes de bienestar se articulan con el plan de prevención de riesgos laborales. Apoyos para la salud mental, formación continua en la salud pública, break energéticos, gimnasio en el lugar de trabajo, clases de yoga o descuentos en centros de salud o deportivos son solamente algunas ideas para lograr contribuir en la mejoría de la salud y el bienestar de la plantilla.

Por último, es clave para la cultura empresarial de sostenibilidad que esta sea transversal a los tres ámbitos que la conforman:

• La narrativa organizacional, es decir, las comunicaciones, declaraciones de propósito y los valores que se expresan.
• La manera de ser, esto es, cómo tanto a nivel individual como de la compañía vive y contribuye cada elemento para alcanzar los ODS.
• La acción o el “hacer”, que se concreta en las mediciones y propuestas consecuentes.