Ni la crisis económica, ni el descalabro del mercado laboral. Las empresas con mayor reputación entre los españoles siguen siendo las mismas que hace cinco años, ni siquiera los bancos y las cajas, tan sacudidos por la actual situación financiera, dejan de estar entre los mejor valorados por sus más críticos observadores. Empleados, universitarios, antiguos alumnos de escuelas de negocios y directores y expertos en talento, además de la población en general, han vuelto a colocar a ‘la Caixa’, a Santander y a BBVA entre las diez mejores empresas del Merco Personas que, cada año y desde hace cinco, elabora el Monitor Empresarial de Reputación Corporativa de la consultora Villafañe y Asociados y el Instituto Análisis e Investigación con la intención de pulsar la opinión patria sobre las mayores compañías que operan en nuestro país.

Pero aunque no haya ahogado a las grandes, la recesión sí que ha apretado bastante a otras más pequeñas. El sondeo, que en esta ocasión se ha realizado entre los meses de abril y junio, ha cambiado la posición de algunos puestos en su podio y la gran mayoría de las últimas posiciones de su clasificación de cien.

Entre las primeras, Microsoft, siempre a las puertas de la gloria del Merco Personas, hoy es la empresa en la que le gustaría trabajar a la mayoría de los españoles, mientras que Caja Madrid, un clásico entre las diez más deseadas, desciende posiciones. Su puesto del año pasado, un flamante séptimo lugar, es ocupado en 2010 por Google España, la única virgen hasta ahora en el ‘top ten’, y que llega anunciando, junto con la cabeza de lista, que algo empieza a cambiar entre las preferencias de los españoles. Y es que la opinión pública desconfía cada vez menos de las multinacionales con origen más allá de nuestras fronteras y lo hace independientemente del sector —Ikea o Lilly son las únicas de su sector entre las cincuenta primeras— o incluso de su trayectoria fuera de nuestro país —General Electric, remonta treinta posiciones pese a su experiencia en su país de origen—.

De las de aquí, sobre todo de algunas, muchos españoles no han querido ni opinar y el Monitor Empresarial de Reputación Corporativa, lo ha reflejado con claridad cristalina en su ‘ranking’. Kutxa brilla este año por su ausencia entre las cien empresas mejor valoradas; los grupos de comunicación más fuertes del país —Vocento y Prisa— con sendos expedientes de regulación a sus espaldas, tanto de lo mismo, y SOS y Casa Tarradellas dejan hambrienta una lista en la que, al margen de El Bulli, que entra en el puesto 83, pierden la alimentación, la construcción y la energía —otra que desaparece, por ejemplo, es BSH Electrical—.

Con perspectiva empresarial

Al margen de la procedencia y de la estabilidad demostrada en un año en el que torres aún más altas de las que aquí aparecen han caído, hay que destacar que gran parte de estos cambios en la reputación de las empresas se debe a otros tantos en los criterios de valoración de los diferentes colectivos consultados.

Así, y  mientras que para los empleados, ayer lo más importante que les podían ofrecer estas empresas era el desarrollo profesional y la promoción interna, hoy, para que una compañía obtenga su beneplácito, debe ofrecer un salario coherente a la función desempeñada. La ética y la reputación también aumentan su peso entre los factores más importantes para los empleados, que ya no se preocupan tanto por la igualdad de oportunidades o por la necesidad, antes casi obligatoria, de identificarse con el proyecto corporativo. Por eso de poder elegir, los empleados coinciden con el sentir general; irían a ‘la Caixa’ o a Google, aunque preferirían en tercer lugar a una Telefónica peor valorada que otros años.

Sus máximos responsables, los directores y expertos en talento, también han querido destacar a esta organización aunque, en su caso, en una cuarta posición —para los más expertos,  Microsoft, Santander y Mercadona son las mejores empleadoras— basando sus criterios en aspectos más intangibles que los anteriores. Sus prioridades, en este sentido, han sido la flexibilidad horaria y las acciones de conciliación de la vida personal y profesional; la motivación y el reconocimiento, y el desarrollo profesional y la promoción interna. Eso sí, la ética y los valores han sido más importantes en su proceso de selección de compañías que años anteriores y, como en el caso de los trabajadores, en el camino han dejado a la hasta ahora imprescindible igualdad de oportunidades en un más que discreto segundo término.

A la otra orilla del mercado

Los que aún no han pisado el mercado laboral, los universitarios, tienen una opinión bastante diferente a la del resto de consultados y reconocen a Microsoft, BBVA y Santander pero prefieren a Coca-Cola, Sony o IBM antes que a cualquier otra. Un vuelco que, sin embargo, no sorprende si tenemos en cuenta que al preguntarles por el perfil de la empresa ideal para trabajar, comprobamos que el 76,9% quiere un jefe que delegue y que el poder no esté concentrado; otro 65,7%, que la organización sea multinacional y un 61,8% que, además, permita conciliar la vida familiar y la profesional. Tres criterios que comparten las anteriores y a los que suman otros dos con los que arrasan, como el tamaño —grande— y el reconocimiento del gran público. En cuanto a la tendencia por sectores su valoración se aprecia atrás en la tabla y es, por orden de preferencia, el bancario, el informático, el de alimentación y bebidas, el de energía y gas, y el de hostelería.

Un paso más allá de la Educación Superior, es decir, en las escuelas de negocios, esta clasificación no varía salvo en que sus antiguos alumnos sitúan a Acciona y Apple ente las diez mejores. Sin embargo, este orden de preferencia sí que da un vuelco si se compara con el del público general. Aquí la gran distribución manda con el nombre de Mercadona y El Corte Inglés, y destacan compañías que en el listado global aparecen bien mediada la tabla, como ONCE Fundosa o el Grupo Volkswagen.

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