El éxito de un negocio depende fundamentalmente de su fuerza laboral. Para contar con una plantilla productiva y aprovechar el potencial de cada trabajador, es necesario mejorar la cultura de la experiencia entre los empleados. Poner en práctica esta cultura de la experiencia implica poner a la plantilla en el centro, tanto de la estrategia como de los objetivos del departamento de recursos humanos. Sigue estos consejos y verás mejoras en la productividad y el compromiso del talento.

¿Qué es la cultura de la experiencia?

La transformación digital sirve de contexto para fomentar la cultura de la experiencia, es decir, el departamento de recursos humanos debe tratar a los trabajadores como cliente interno y poner la experiencia del empleado en el centro. Esta abarca desde el primer día en el proceso de selección hasta la entrevista de salida. Todas las vivencias, creencias y valoraciones de la plantilla, mayormente formada por millennials, conforman su experiencia. Compartir y comunicar el bienestar laboral de la plantilla se convierte en una ventaja competitiva masiva, al reforzar el employer branding.

Desarrollar la cultura de empresa es una parte fundamental de la creación de la experiencia de los empleados. Conlleva un impacto positivo en su satisfacción, motivación y compromiso. Complementa esta experiencia vigilando y diseñando un entorno laboral presencial o virtual seguro, que genera confianza en la plantilla. Para ayudarte a tomar las decisiones adecuadas, implementa un feedback periódico donde la plantilla pueda comunicar sus preferencias e inquietudes.

¿Qué es la cultura de la experiencia?

Claves para aplicarla en tu empresa

A pesar de la necesidad de los trabajadores, que dependen de sus puestos de trabajo para pagar las facturas, las empresas pueden optimizar su rendimiento y mejorar el clima laboral, aplicando la cultura de la experiencia en su organización. Pero de una manera general y profunda, más allá de un calendario con los cumpleaños de la plantilla o lemas con mensajes positivos en carteles físicos o virtuales.

La atracción y retención del talento cualificado en la actualidad es clave en la estrategia de negocio. Para ello, a la hora de diseñar la experiencia del empleado, vigila cada momento en su ciclo vital completo dentro de la organización:

  • Facilita el proceso de solicitud, publicando la oferta de manera accesible, tanto por la claridad en la definición del puesto como por los canales en los que llega al aspirante.
  • Optimiza el uso de herramientas tecnológicas en las entrevistas, especialmente virtuales, que evalúen competencias y habilidades de las candidaturas. Automatiza procesos y amplía el lugar desde donde se aplica, pues ya no es necesario que habite en la ciudad donde la empresa desarrolla la actividad.
  • Cuidar todo el ambiente laboral, desde el propio entorno hasta las relaciones de compañerismo y mentorías con perfiles senior o expertos, que faciliten y agilicen el onboarding.
  • Atender al bienestar financiero y a la carrera interna de crecimiento del trabajador. Cuenta con programas de rendimiento centrados en el desempeño de las tareas y reconoce el talento.
  • Ofrece actividades de team building y afterwork para fortalecer a los equipos.
  • Por último, presta atención a la entrevista de salida. Un empleado que salga con una buena experiencia de la empresa es el mejor prescriptor de tu marca.