Según el IV Informe Gestión de personas en el año 2020 de PricewaterhouseCoopers, la globalización del comercio, la tecnología, el capital y la regulación están generando un incremento del movimiento de profesionales entre países: el porcentaje de milennials (jóvenes nacidos entre 1980 y 2000) que trabajarán en el extranjero se incrementará más del 50% a partir del año 2020.
Movilizar la plantilla alrededor del mundo es complejo y costoso por las leyes de inmigración, los sistemas fiscales y la necesidad de capacidades profesionales específicas. Según Joan Daura, socio responsable de Consultoría de Recursos Humanos de PwC, «los gobiernos y las compañías tienen que colaborar para solucionar algunas de las barreras actuales que frenan la movilidad internacional y obstaculizan la competencia y las operaciones internacionales. Lo idóneo es buscar nuevas fórmulas para que los traslados de directivos y empleados entre países sean fluidos y se caractericen por la colaboración y no por su elevado coste administrativo».
En el futuro, se espera que «pasaportes globales» permitan a los empleados estar en cualquier sitio en todo momento. Es una demanda de las empresas ya que, según la Encuesta anual de CEOs de PwC, para el 55% de los altos directivos es crítico para el crecimiento de sus negocios tener el talento clave en el lugar adecuado.
Otro reto empresarial es hacer atractivos los destinos menos deseados, que en algunos casos gozan de un nivel de vida superior a lo que piensan los candidatos al traslado internacional. Bombay y Ddelhi, Dahka y Sao Paulo, por ejemplo, se convertirán en los principales núcleos urbanos para 2025, junto a Tokio. En los próximos quince años, el 45% de las multinacionales se crearán en China e India.
Las empresas se enfrentan en la actualidad a la gestión de tres o cuatro generaciones diferentes: mientras las Generaciones X e Y intentan tomar el relevo del liderazgo a la Generación Baby Boom, los milennials aprovecharán el impulso que supone la carrera internacional para posicionarse a partir de 2020. Esta última generación considera la experiencia internacional parte de su desarrollo profesional: 9 de cada 10 milennials están convencidos de que tendrán más oportunidades que sus padres de trabajar en otro país. Según una investigación de PwC entre 4.200 graduados, el 80% quiere trabajar en el extranjero (en España el porcentaje es del 82%) y el 70% espera usar una lengua no nativa en el trabajo.
Pasaporte por sectores
El sector de la Energía, seguido de Construcción, lleva la delantera en asignaciones internacionales y pueden servir de referente al resto. Las empresas petroleras, por ejemplo, ya han unificado la retribución de algunas funciones tomando como referencia el Mar del Norte y Estados Unidos.
A medida que las compañías se instalen en países en vías de desarrollo, las organizaciones y los gobiernos podrían beneficiarse de la inversión conjunta en las infraestructuras que necesitan los trabajadores para vivir y trabajar confortablemente, algo que se podría extender a la escolarización y al acceso a la ayuda médica para la población local. «Las empresas que operan en estos mercados tienen que investigar en modelos de gestión que compaginen el análisis del coste, la productividad y el compromiso de los empleados», concluye el socio responsable de RR.HH.