Fue el psicólogo alemán Heinz Leymann quien acuñó por primera vez el término «mobbing». Procede de la voz inglesa «mob», que significa asediar, maltratar o regañar, y lo empleó para referirse a un acoso psicológico sufrido en el ámbito laboral. Leymann estableció que, para que se trate de auténtico «mobbing», el acoso ha de ser ejercido por una persona de rango jerárquico superior o por un grupo de personas del mismo nivel que el acosado, de forma sistemática y con una frecuencia de, al menos, una vez por semana.
Puede consistir en simples –pero recurrentes– ataques verbales, en agresiones físicas o en actos más sutiles –y, por tanto, más difíciles de detectar–, como la denigración del trabajo de la víctima. Actualmente, el Ministerio de Trabajo distingue tres clases de violencia laboral psicológica: sexual, moral –no necesariamente por parte de un superior– y discriminatoria –por cuestiones raciales, sexuales, religiosas…–.
Para el propio Heinz Leymann, existen una serie de factores que favorecen la aparición de este tipo de conductas. Una cultura organizativa que aprueba este comportamiento o no lo reconoce como problema es el caldo de cultivo idóneo para que un miembro del equipo sea atacado por sus compañeros. Además, según Leymann, «el empleo inseguro, los cambios repentinos en la organización y las malas relaciones entre el personal y la dirección –o bien entre compañeros– son otros de los aspectos que favorecen el acoso psicológico en el lugar de trabajo».
Desde el INSHT (Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo), aseguran que algunos de los factores que también potencian la aparición del «mobbing» son «las malas relaciones, basadas en la falta de respeto, la envidia, la rivalidad o los celos; unos niveles extremos de exigencia laboral, la falta de valores comunes, los estilos de supervisión autoritarios y, aunque tiende a ser un factor menospreciado, los flujos pobres de información».
Acosadores y acosados
El especialista en recursos humanos y peritaje psicológico José Manuel Susaeta advierte de las terribles consecuencias que puede tener el «mobbing» para quien lo sufre. «En la mayoría de los casos, las víctimas de acoso psicológico en el ámbito laboral presentan manifestaciones psicosomáticas leves y cuadros de estrés, pero en ocasiones, bien a causa de la intensidad o duración del acoso, o bien por una situación particular de la víctima, llegan a darse daños psíquicos importantes, como ansiedad o depresión», explica.
Para Susaeta los daños psicológicos sufridos por quien sufre acoso laboral pueden derivar en consecuencias físicas: «En estos casos, son frecuentes los problemas digestivos, el dolor generalizado y los trastornos del sueño. Después, por supuesto, están las consecuencias sociales que el ‘mobbing’ tiene para la víctima; el aislamiento y los problemas familiares son las más habituales».
El INSHT destaca una serie de medidas preventivas de cara a evitar situaciones que puedan derivar en casos de acoso psicológico en el trabajo. Dependen, en general, del empresario, y pasan por el establecimiento de un compromiso ético –que se transforme, con el paso del tiempo, en un protocolo formal– en el que se sienten las bases de las relaciones profesionales y personales entre los trabajadores.
También, de la observación constante de las dinámicas sociales de los empleados –como la formación de clanes, las tensiones permanentes entre miembros del equipo, el absentismo creciente, etc.–, y un significativo aumento de la información, la transparencia y la participación activa de los trabajadores en las distintas áreas funcionales de la empresa.
Superiores implicados
En este sentido, José Manuel Susaeta apunta que «la participación activa del empresario, director de área o supervisor es esencial para detectar y poner freno al acoso laboral. Este debe permanecer alerta de las relaciones entre compañeros y, sobre todo, entre los mandos intermedios y los empleados, ya que en muchas ocasiones son ellos quienes fomentan, potencian o desarrollan el acoso».
Según Susaeta, una buena pista que ayuda a identificar un comienzo de «mobbing» es la asignación de tareas inútiles. «Estamos acostumbrados a ver cómo una serie de compañeros acosa a otro diciéndole a un superior que no cumple las expectativas, que no rinde en su puesto o desprestigiándole de un modo u otro. Pero asignarle tareas extremadamente difíciles, con el convencimiento de que no será capaz de realizarlas, o bien asignarle cometidos inútiles, que no sirven para nada excepto para restarle tiempo de trabajo efectivo, también son claros ejemplos de ‘mobbing’», explica.
Apesar de todo esto, según un reciente informe del sindicato UGT, solo el 6%de las empresas tiene puestas en marcha las medidas necesarias para prevenir las situaciones de violencia o acoso en el trabajo. Por ello, han elaborado, junto con el INSHT, un informe llamado «Protocolo sobre acoso laboral. Procedimiento de solución autónoma de los conflictos de violencia laboral», que pretende implementar paulatinamente en las empresas españolas los mecanismos necesarios para prevenir y combatir el «mobbing». Según fuentes del sindicato, «la crisis económica que vivimos está potenciando la aparición de nuevas ymás peligrosas formas de acoso psicológico y violencia en el trabajo».
Buenas noches. Me llamo Alicia y durante quince años sufrí acoso psicológico por parte de mi jefe. Desde que entré en 1990, el jefe de RRHH estuvo encima de mi para ponerle pegas a todas las cosas que hacia. Mi puesto era de recepcionista y siempre hacía algo mal. Si hablaba bajo me llamaba la atención porque los clientes no me oían y a los pocos días me llamaba la atención porque chillaba mucho y solo se me oía a mi. Pasaba ocho horas sentada al lado de otra recepcionista que, por envidia, estaba todo el día pasándole el parte a nuestro jefe y al día siguiente me llamaba al despacho, cerraba la puerta y me reclamaba todo lo que había hecho mal el día anterior. El problema se hizo más grave cuando tuve a mi hija. Durante el embarazo llegó a presionarme tanto que estuve varias veces de baja por pérdidas y a los siete meses me puse de parto por estres. Cuando volví del permiso de maternidad le pedí permiso para entrar media hora más tarde a trabajar para darle el pecho a mi hija y me contestó que me fuera a la Residencia y que me pusieran una inyección para que se me fuera la leche. No me concedió ni 5 minutos de permiso, mis padres me traían a la niña al trabajo para que le diera de mamar. Me prohibió hablar con los clientes de mi hija, me prohibió tener una foto de ella, les prohjbió a las señoras de la limpieza que se pararán ha hablar conmigo. La excusa para todo esto y más cosas que me hizo era que me distraía en mi trabajo y que lo sabía de primera mano porque había una persona que veía las cosas que hacía mal y se las contaba. El problema se convirtió en inaguantable cuando nació mi segundo hijo. Y en 2007 me llamó al despacho para preguntarme que ¿en base a que cogía yo mis vacaciones?. Le conteste que en base a mis hijos. Y su respuesta fue que eso no era una base importante. El resultado fue: yo, con la puerta del despacho abierta e impidiendo que la cerrara y chillándole que estaba harta y él chillándome a mi que estaba despedida. El final fue que acabe en el ambulatorio sin respiración y con un ataque de ansiedad. Me encerré en mi habitación sin querer ver a nadie hasta que mi marido me dijo que, o intentaba curarme o se iba de casa con los niños. Llevo 4 años con tratamiento psiquiátrico y todavía sigo soñando que vuelvo a trabajar a la empresa y me enfrento con ese señor. Pero, gracias a Dios, el psicólogo me ha ido reduciendo la medicación y ahora solo me tomo seis pastillas al día y estoy estudiando para intentar volver a trabajar. Me identifico totalmente con este artículo y solo me pesa no haber denunciado a esa persona cuando logró hacerme sentir como la persona más inútil del mundo y me quitó toda la alegría que todavía no he recuperado plenamente.
Gracias por tratar este tema y ojalá que ayude a otras personas a no pasar por el infierno en el que yo viví tanto tiempo y del que era incapaz de salir.
Mucho ánimo, Alicia. Seguro que poco a poco todo mejorará. Yo trabajo en Recursos Humanos y no entiendo como alguien como tu jefe podía estar ahí y en ese puesto en concreto. Hay que denunciar.
Hola!
Hace poco que llegué a España, soy auxiliar administrativa y también soy víctima de acoso laboral. He sido acosada por una compañera y por el Director. Me han manipulado a antojo durante año y medio, con el fin último de que me valla de la empresa, para no tener que hacerme mi contrato indefinido.
Me han excluido, me han criticado duramente cuando todo el mundo en esa empresa se equivoca constantemente, me han fustigado como si estuvieramos en la época de la esclavitud, me han negado información importante en la empresa para el cumplimiento de mis funciones y para la toma de decisiones.
En éste momento estamos en ERE y a mi nadie me informó ni de voz ni por escrito de lo que se iba a hacer y al sentirme presionada y no saber que hacer acepté esa condición porque la constante era «O firmas o te vas», cuando la ley dice que si alguna de las partes (llámese empleados) no está de acuerdo con dicha decisión es necesario dialogar más, y no hacer como que es esto o la calle.
Estuve 3 meses trabajando bajo extrema presión hasta que me dio un ataque de extress que tuve que ir al hospital, quedando de baja médica durante 5 meses. Para después volver y encontrarme con que el Director questiona mi baja médica insinuando de mala fe que yo estaba de vacaciones.
Jamás en mi vida me había pasado algo así en 18 años de vida laboral. Nunca he necesitado ir de baja médica por ningún motivo, soy una persona responsable, y eficiente. En seis meses había aprendido y perfeccionado todas mis tareas y todavía seguían haciéndome contratos temporales.
Hoy puedo decir con decisión que pertenezco a la UGT, éste organismo me ha ofrecido mucha ayuda con mi caso y estoy demandando a la empresa porque lo que me han hecho no puede quedar impune y se que la ley me ampara completamente.
Parece mentira que estemos en Europa, el primer mundo, de verdad lo digo, estas cosas no suceden en otras partes del mundo. Hay tanta ignorancia que «Lamentablemente» sólo quienes han vivido éste tipo de situaciones o comflictos sociales y particularmente laborales son quienes saben de que estamos hablando. Y de verdad esto es algo que no le deseo a nadie.
Hola yo también llevo 13 años con una empresa soy cerrajero y automatismos trabajo desde las 8 hasta 20;00 siempre toda la semana y luego al hora de comida no lo fijan comer. Hasta alas 18 horas te llama la jefa te dice ya puedes comer Llega un día lo ha dicho mera yo no puedo trabajar así yo tengo 45 hora semanales y luego empieza amenazarme con todo y me ha quieto el coche llevaba 13 años llevando el coche a casa y luego me amenaza siempre para yo me voy solo el trabajo estaba a 90km de mi casa hora estoy de bajá por de presión de todo me ha disfrazado en mi salud lo ha denunciado hora me paga 390€ nada más yo ganaba 1650€ al mes lo ha denunciado también por falta de ingresos pero el juicio tarda como un año y midió eso me ha dicho me abogado y tengo 5 hijos como voy aguantar así como estoy ????? Un saludo necesito ayoda de esto