Ni un perfume, ni el teléfono móvil de última generación, ni siquiera el tradicional libro. El regalo estrella de esta Navidad para más de cuatro millones de personas —los 4.123.300 de parados que hay en nuestro país según la última EPA—, así como para sus familias, sería un nuevo puesto de trabajo.

Tradicionalmente, «pedir» un empleo por estas fechas no era, ni mucho menos, una quimera. Si nos remontamos a 2007, cuando la actual crisis aún se estaba gestando, 668.180 personas encontraron un trabajo en Navidad a través de una ETT, según datos del servicio de estudios de la Asociación de Grandes Empresas de Trabajo Temporal AGETT. Sin embargo, la contratación navideña sufrió un importante descalabro el año pasado: las oportunidades laborales alcanzaron a poco más de 400.000 personas y, por ejemplo, Adecco vio cómo el número de ofertas que ofrecía para esta época se reducía a la mitad con respecto al año anterior, de 125.529 a 68.401.

A día de hoy,  un gran número de desempleados se plantea si habrá un puesto para ellos, al menos, durante estas fechas. «Es difícil dar una previsión exacta de cómo se comportará la actividad laboral en esta campaña», responde Francisco Aranda, presidente de AGETT, que, aún así, lanza su pronóstico: «En todo caso, esperamos que sea mejor que la de 2008 y que volvamos al ciclo normal de estos meses, con un repunte de la contratación, aunque hay que reconocer que el nivel de actividad no será comparable al de años anteriores».

En Adecco también manejan las cifras con cierto optimismo. La empresa de trabajo temporal ha previsto realizar 72.000 contratos a lo largo de esta campaña, que se extiende de noviembre a enero, lo que representa un 5% más que en la Navidad del año pasado. «Esta cifra se traduce en otra buena noticia: es la primera vez en 16 meses que esperamos un repunte en la contratación», señala Susana Zancajo, directora regional de Selección de Adecco.

En lo que apenas habrá novedades con respecto a otros años es en el tipo de puestos que se ofertará. Una vez más, se buscan reponedores, cajeros, manipuladores, camareros y dependientes para reforzar la plantilla y hacer frente al incremento de consumo y producción de estos meses, que, por ejemplo, en las jugueterías supone el 70% del negocio de todo el año y en el pequeño comercio suele alcanzar el 30%. Las oportunidades para teleoperadores y agentes de televenta también crecen significativamente en estas fechas. En Bosch Communication Center, especializados en externalización de servicios, necesitan para la campaña de Navidad algo más de cien personas. «Ahora se intensifican las campañas de marketing, atención al cliente… sobre todo en telecomunicaciones», afirma María Callejón, responsable de Recursos Humanos de este ‘call center’. Sin embargo, en este tipo de empresas el contrato no suele acabar en enero, como en la mayor parte de los casos, sino que puede alargarse durante meses. Patricia Aroa Moreno forma parte de ese centenar de personas que Bosch Communication comenzó a incorporar a principios de este mes. Aunque es educadora infantil, esta extremeña que llevaba dos meses en paro, ha acumulado experiencia en telemarketing durante varios años. «Mi contrato es por obra y servicio, pero esta campaña tiene visos de ser larga —explica—. Eso me da bastante tranquilidad». ¿Habría aceptado el trabajo si sólo fuera hasta enero? «Por supuesto, lo importante es llegar a fin de mes».

Patricia ha cumplido 28 años y tiene una carrera. Su perfil, aunque se acerca, no es el del trabajador «típicamente» navideño: estudiantes o jóvenes no cualificados entre los 18 y los 25 años que quieren un extra para sus gastos. El incremento del paro ha añadido a la lista de candidatos a licenciados, mayores de 45, amas de casa… Y Callejón confirma la tendencia: «Ya no es una opción sólo para jóvenes, se incorporan otros perfiles y, lo que resulta aún más novedoso, es que la mayoría son españoles».

Quienes aún no hayan barajado esta posibilidad aún están a tiempo. Otro de los cambios que ha traído consigo la crisis, que ha detectado AGETT, es que las contrataciones, que solían comenzar en octubre, se están ajustando a los meses propios de Navidad. Los intermediarios de este tipo de contratos animan a los parados a consultar las ofertas navideñas porque, aunque puede que no sean las más atractivas por horarios, tipo de actividad…, son una buena oportunidad para integrarse en una empresa —lo que le sucede a tres de cada diez personas que trabajan a través de ETT— o de que se acuerden de ellos a corto plazo. «Hay empresas que después de estas campañas nos piden a trabajadores concretos, con nombre y apellidos, para contratos más largos», subraya Susana Zancajo, de Adecco. Y concluye: «A lo mejor 20 días te proporcionan una oportunidad laboral más estable».