Los incentivos laborales pueden ser muy ventajosos a la hora de premiar la productividad y el logro de objetivos. El reconocimiento de las personas trabajadoras aumenta su motivación, compromiso y la calidad del desempeño. La retribución puede ser económica directa, en forma de bonificaciones, o económicamente indirecta, pagando los gastos de desplazamiento, por ejemplo. Asegúrate de evitar riesgos como compensaciones desequilibradas o incentivos poco atractivos, que impacten negativamente en el grupo.
Usa los incentivos laborales para motivar
La modificación de la conducta es una práctica habitual desde la escuela. Cambia el fundamento y el sentido, pero lograr la motivación de los trabajadores y mejorar así la productividad es uno de los objetivos estratégicos de los departamentos de recursos humanos. Los incentivos laborales son clave en este sentido. Ya es tiempo de despejar ese error demasiado frecuente de ciertos liderazgos que opinan que el mero hecho de contratar un determinado perfil le confiere esa motivación intrínseca. Es necesario reforzar y renovar el compromiso nutriendo la relación.
Los incentivos laborales configuran un sistema de compensación para la mejora de la eficiencia laboral. Pueden clasificarse en estos tipos:
- Económicos: retribuciones monetarias que a su vez pueden ser directas o indirectas. Ejemplos de incentivos directos son las bonificaciones ocasionales, los complementos de sueldos o las comisiones por ventas. Otros ejemplos de incentivos indirectos son el pago de los gastos de desplazamiento, de matrículas para cursos de capacitación o subsidios para bienestar familiar.
- No económicos: gratificaciones y reconocimientos verbales, flexibilidad horaria o alguna de las otras retribuciones en especie.
Ventajas de emplear este tipo de incentivos
La consideración de estos incentivos laborales puede depender de varios factores, como la edad de la persona trabajadora o el género. Sin embargo, el turismo, la tecnología y el ocio están entre las recompensas más valoradas. En este sentido, también el deporte o los programas de salud y bienestar tienen buena acogida. De todas las ventajas que va a aportar a la plantilla usar un programa de incentivos laborales, cabe destacar las siguientes:
- Aumenta la motivación y el compromiso. Las personas que se sienten reconocidas tienden a identificarse con los objetivos de la organización.
- Mejora la productividad y la calidad del desempeño.
- Reduce el índice de rotación: si una persona trabajadora ve posibilidades de proyección y juzga equilibrado el reconocimiento por sus tareas, no sentirá necesidad de cambiar de empleo.
Por otra parte, es necesario que contemples algunos riesgos de ofrecer incentivos laborales para prevenir o corregir sus consecuencias:
- Interacciones grupales: asegúrate de mantener siempre el equilibrio y la transparencia para evitar asimetrías injustas en el grupo.
- Complejidad del plan: debe ser lo suficientemente sencillo como para que todo el personal entienda lo que se espera de ellos.
- Valor del incentivo: si la recompensa es considerada insuficiente o no vinculada al proyecto empresarial, puede tener un efecto contrario al deseado.
- Comunica para que llegue a todas las capas y ten presente los resultados de la evaluación y el seguimiento. No repetir recompensas y atender al feedback es fundamental.