Actualmente los horarios flexibles son una clara alternativa a la tradicional semana laboral de 8 horas al día y 40 horas a la semana con un horario fijo. Además, permite a los empleados modificar sus horarios de llegada y/o salida, cambiar horarios, y pueden convertirse en el incentivo ideal para los trabajadores de tu empresa.
Lógicamente, los empleados deben cumplir con algunas normativas básicas de organización de horarios. A partir de ahí, se trata simplemente de establecer objetivos y métricas realistas para ver si se cumplen esas expectativas, incluso cuando los empleados disfrutan de la libertad de horarios flexibles.
Si estás dispuesto a intentarlo, tenemos algunas recomendaciones para ti sobre lo que hacer, y algunos pasos a seguir para conseguir implementar una estrategia de trabajo con horarios flexibles exitosa, y que sea beneficiosa tanto para empleadores como para empleados.
Buenas prácticas al establecer horarios flexibles
Implanta poco a poco los horarios flexibles
No es necesario afrontar el tema de los horarios flexibles como un todo o nada. Si es algo nuevo para tu empresa, lo primero tómatelo con calma. Por ejemplo, prueba los «viernes flexibles» y luego transfiere esa flexibilidad a otros días.
En cuanto a las horas. Comienza con un conjunto central de horas, donde es necesario que los empleados estén trabajando. A partir de ahí, haz un plan para reducir ese “tiempo central” si es necesario durante los próximos meses, con el entendimiento de que los empleados deben llegar a tiempo a las reuniones u otros eventos clave.
Habla con tus empleados si no se obtienen los resultados esperados
Al implantar horarios flexibles, no esperes un 100% de éxito desde el principio. Establece los controles acordados con tu equipo, y responsabiliza a las personas si no se cumplen esas métricas. Pero antes de tomar medidas drásticas, habla con tus empleados y deja que ellos descubran cómo mejorar los posibles problemas de horarios.
Malas prácticas al establecer horarios flexibles
Tomar medidas disciplinarias por llegar unos minutos después
Recuerda, se trata de dar flexibilidad, no de demostrar quién tiene el poder. Tienes que dar confianza a tus empleados y que sientan que no están siendo vigilados. Si no, todo el propósito de los horarios flexibles se perderá y tus empleados se sentirán controlados y enfadados.
Una vez más, lo importante es hablar y hacer entender a los empleados cómo pueden corregir sus comportamientos para poder mantener el beneficio del horario flexible.
No aplicar el horario flexible a todos los departamentos
En algunos departamentos, estar en el trabajo en un momento específico es absolutamente necesario, pero eso no significa que no haya posibilidad de flexibilidad.
Cuando sea posible, considera una solución alternativa que permita a algunos miembros del equipo trabajar con un horario flexible en ciertos días. Si eso no es posible, dale a estos miembros del equipo sus propios incentivos.
Actualmente, los trabajadores quieren un equilibrio saludable entre trabajo y vida personal. Los horarios flexibles tienen múltiples beneficios para los empleados, ya que les permite autogestionarse y solucionar problemas cotidianos como la necesidad de programar citas con el médico durante las horas de trabajo o de atender a los niños enfermos cuando no pueden ir al colegio o la guardería.
Si tuvieras el secreto para aumentar la productividad y el orgullo profesional, ¿no harías los cambios necesarios para lograr esos resultados? ¿Por qué no empezar estableciendo horarios flexibles?