Por Alfonso Rebuelta, socio de Bao&Partners Signium International

La actual recesión económica y el continuado deterioro en el cuadro macroeconómico están causando estragos profundos y permanentes en nuestro sistema, llevando a muchas compañías de diferentes sectores a situaciones límite. No todas sobrevivirán, y estamos ante el inicio de una restructuración y reposicionamiento en el mercado de los más eficientes, al tiempo que asistimos a una lucha por la supervivencia de los más débiles.

Pero todo ello también significa oportunidades, tanto de inversión -al ir cayendo los precios a niveles más bajos- como de concentración e integración para las empresas y modelos de negocios más saneados y, por tanto, capaces de liderar el cambio. Ellos son los ganadores en la actual situación. Un común denominador en estas empresas ha sido una gestión empresarial sin aspavientos, modismos o sofisticaciones innecesarias y superfluas, y que ha respondido más a criterios de prudencia y eficiencia. Curiosamente, y quizá algo peyorativamente, estas empresas han podido ser tildadas en el pasado de conservadoras, poco agresivas o ,incluso, anticuadas. Pero, sin embargo, ahora emergen  con modelos de negocio relativamente bien saneados o, al menos, con bastante menos contaminación y toxicidad que otros. Estos otros son los perdedores de la situación actual. Su futuro depende de su capacidad empresarial de transformación, o adaptación en otros casos, lo cual implica procesos de restructuración, venta y/o fusión, como alternativa al cierre y liquidación.

Los ganadores, que ahora emergen con los mencionados modelos de negocio más saneados, son los que podrán beneficiarse de las oportunidades que están surgiendo, y surgirán aún más en el próximo futuro. El beneficio será en términos de más negocio y clientes, con la correspondiente mayor cuota en sus respectivos mercados y líneas de negocio, y, por supuesto, implicará una mayor capacidad de atraer el mejor talento profesional disponible. Estas compañías saldrán más fuertes de la recesión económica, y al mismo tiempo están ya empezando a demandar unos nuevos o modificados perfiles profesionales que les ayuden a remontar la muy complicada situación actual.