La formación dentro de las empresas es un opción que cada vez escogen más compañías. Según el último Informe Randstad de Tendencias en Formación, el presupuesto medio de cada empresa para la formación de sus empleados fue de 43.000 euros. Sin embargo, el dato más destacable es que el 74% de ellas mantendría dicho presupuesto y el 19% lo aumentaría. La formación continua se ha convertido en una exigencia casi imprescindible para muchas organizaciones debido a la necesidad de formar a profesionales en nuevas competencias.

Compatibilizar formación y trabajo

Este apartado es, sin duda, uno de los más importantes para aquellas organizaciones que deciden invertir en la formación de sus empleados. Para poder realizarla sin dejar de lado las tareas propias de su puesto de trabajo, empresas como SEAS se han especializado en este tipo de educación para personas empleadas con el formato de metodología e-learningLa intención es que puedan compatibilizar y conciliar su trabajo y su vida diaria con estudios que les permitan renovar conocimientos, mejorar laboralmente o desarrollar otras capacidades requeridas por la empresa con un esfuerzo mínimo.

La flexibilidad es un elemento muy importante en este tipo de metodología. Para poder conseguirla, elaboran un plan en el que un tutor realizar un seguimiento constante del alumno. Para poder combinar el trabajo con la formación continua, el tutor se encarga de adaptar el itinerario formativo a las necesidades del trabajador. Así, cuando se produzcan cambios o modificaciones en su jornada laboral que alteren esa planificación inicial, también se producirá una adaptación en su temporización formativa.

Todo esto ayuda al trabajador a obtener los resultados de aprendizaje con gran facilidad y sin ningún esfuerzo. La metodología de SEAS se basa, principalmente,  en la práctica real y el acceso a recursos como webinars o seminarios, lo que consigue que el aprendizaje sea más dinámico.

Qué le aporta al trabajador

La formación continua de los empleados está demostrado que mejora la motivación y el desempeño de éstos, y se hace patente en una mejora de los resultados de la empresa y la consecución de sus objetivos.

Las organizaciones que apuestan por la formación continua des sus empleados y entienden que es una inversión a medio-largo plazo que redundará siempre en el mutuo beneficio tanto para el trabajados como la empresa. Invertir en el mayor activo de una organización, su capital humano, es garantizar el futuro y aporta un valor añadido, que permite diferenciarse de la

Cómo ponerlo en práctica

Para complementar los fondos que las empresas destinan a la formación de sus recursos humanos, existen numerosas ayudas. La Fundación Tripartita para la Formación en el Empleo tiene como objetivo apoyar a las empresas e impulsar la formación continua dentro de las organizaciones. Para ello disponen de fondos que utilizan para bonificar a aquellas empresas que inviertan en la formación de sus empleados mediante reducciones en las cotizaciones a la Seguridad Social. Así, se facilita e impulsa la inversión en formación.

Centros como SEAS, especializados en este tipo de educación, se han especializado en esta clase de formación; por eso, combinan estas bonificaciones con descuentos propios que facilitan el acceso  a la formación continua, permitiendo a las compañías que sus trabajadores puedan acceder  a este modelo, asumiendo unos costes relativamente bajos.

Las posibilidades son variadas: desde cursos especializados de 150 horas a programas de máster y carreras universitarias, que permiten a los trabajadores subir un escalón en su currículum y a las empresas a ser más eficaces.