Hace una década hablar de reputación corporativa sonaba, como mínimo, extraño. Se reconocía la marca, la imagen de una compañía pero ¿en qué consistía realmente su prestigio? Con esta idea en mente, e inspirado por el famoso ranking «Las 500 mejores empresas del mundo» de la revista Fortune, Justo Villafañe puso en marcha en el año 2000 el primer MERCO, el monitor español de reputación corporativa que, con el paso de los años, también ha desarrollado investigaciones para detectar las marcas, los empleadores y las ciudades más reputadas.

La independencia ha sido una de las banderas que este termómetro empresarial ha enarbolado desde su creación. «Es uno de los más fiables dentro del mundo de los rankings», afirmó Carlos Salas, periodista especializado en economía, durante la celebración del décimo aniversario de MERCO. Para su director, Justo Villafañe, este halago se sustenta en la metodología: «Se consultan más de 10.000 opiniones, dispone de cinco evaluaciones consecutivas, no existe una lista cerrada de compañías…». Además, de cara a 2010 se convertirá en el único monitor auditado en el mundo —KPMG se encargará de ello—. También para reforzar el rigor, Villafañe ha anunciado la creación de un consejo asesor.

El décimo aniversario no sólo se ha aprovechado para optimizar el monitor, sino que, según el director de MERCO, «es el momento de subrayar la importancia de la reputación corporativa en general y, sobre todo, en esta coyuntura cuando se puede convertir en el mejor escudo de las empresas». Algunas compañías clásicas en los diez años de vida de este estudio —El Corte Inglés, Inditex, Telefónica, Indra…— son un buen ejemplo de supervivencia aun en tiempos de crisis. En el extremo contrario, bancos y cajas de ahorro, durante ocho años líderes de la clasificación, y que perdieron más de cien posiciones en 2008.

¿Cómo pueden recuperar la reputación perdida? Justo Villafañe no duda: «Asumir los errores o pedir perdón es sólo el principio. Yo soy un firme creyente en la autopenalización: la empresa debe responsabilizarse de su comportamiento y modificarlo». Otro factor inseparable del prestigio es el líder de la compañía. En MERCO es habitual que entre las diez primeras empresas del ranking, ocho o nueve estén en manos de los líderes más valorados.