Orientación al cliente y máximo aprovechamiento de las nuevas tecnologías. Si tuviésemos que elegir dos de los muchos aspectos por los que destacan los planes de formación en el sector de la banca, serían estos. Prueba de ello es la estrategia que para este año tiene previsto BBVA, en la que predomina el enfoque comercial y la integración de la plataforma ‘E-campus’ en sus acciones didácticas. No en vano, la entidad, que ha sido incluida dos veces entre las cinco mejores empresas europeas en el desarrollo de líderes por la consultora Hewitt Associates, dedicará este año el 52,9% de su esfuerzo formativo a potenciar la relación del empleado con el cliente, una de las proporciones más elevadas en todo su sector.
Y lo hará a través de múltiples programas de gestión, de productos y comerciales que «apuestan por las personas, claves en el desarrollo de la competitividad» como afirma Luis Sánchez Navarrete, director de Desarrollo y Políticas Corporativas de BBVA, y cuya mejor baza es la capacidad de dar respuesta de calidad a las necesidades de aprendizaje de cada área y trabajador de la empresa: «Contamos con un esquema de gestión por competencias que incluye más de 8.000 perfiles a partir de los cuales evaluamos al empleado para encontrar sus carencias y desarrollar itinerarios formativos únicos para él», explica para este periódico.
Así, con los itinerarios formativos por función y tomando como base los Planes Individuales de Desarrollo (PID), la compañía impulsará este año la adquisición de conocimientos de sus más de 100.000 profesionales en todo el mundo a través de un catálogo global de programas que, además de cursos de conocimiento comercial, albergará módulos en finanzas y riesgos (13,7%), ‘management’ y habilidades (12%), idiomas (11,1%) y tecnología y otros conocimientos (10,3%). «Este año más del 78% de los empleados realizará al menos un curso y, cada uno, recibirá una media de 40 horas formativas», puntualiza el director de Desarrollo y Políticas Corporativas de BBVA .
El desarrollo de habilidades también ocupará un lugar destacado dentro de este nuevo plan en el que la empresa tiene previsto emplear cerca de cuarenta millones de euros. Quince competencias y 300.000 horas ocuparán este apartado, uno de los más importantes para Sánchez Navarrete, quien defiende la postura de que «la formación en liderazgo debe ser accesible desde todos los niveles».
Pero si hay algo que caracteriza este nuevo plan formativo de BBVA es el impulso definitivo de su ‘E-campus’, que ha pasado de ser el soporte de apenas un 6% de sus horas didácticas en 2004 (5.000 usuarios y 10 cursos) a albergar más del 50,8% de las correspondientes a este nuevo curso de 2010 (con más 100.000 usuarios y 1.000 cursos). Fórmulas globales, pero cercanas y adaptadas a las necesidades específicas de los empleados —«porque un plan de formación sólo es útil y posible si es sencillo y ágil»—, y que alcanzan su más alto grado de accesibilidad y flexibilidad en los programas orientados a la RSC y a idiomas, con 500.000 horas lectivas ‘online’.