Conocer bien la definición del concepto dietas laborales es indispensable para cualquier persona que, como tú, trabaja en el departamento de Recursos Humanos de una empresa. Lejos de lo que mucha gente cree, no se trata de complementos salariales sino de un extra que tiene que pagar la compañía a un trabajador en determinadas circunstancias. A continuación, te explicamos qué son exactamente.

¿Qué son las dietas laborales?

Cuando se habla de dietas laborales se hace referencia a una cantidad de dinero que la empresa ha de pagar a un trabajador cuando este tiene que desplazarse para llevar a cabo su trabajo. De este modo, si en la compañía hay un trabajador que debe ir a realizar sus tareas fuera de su centro habitual de trabajo, tiene derecho a recibir una compensación económica.

En este sentido, el Estatuto de los Trabajadores establece en su artículo 40 que estos gastos pueden ir desde el transporte hasta la comida o el alojamiento.

Además, el derecho de un trabajador a cobrar las dietas laborales suele venir establecido en su convenio colectivo.

Imagina, por ejemplo, que el trabajador tiene que hacer noche fuera de su residencia: obviamente la empresa debe hacerse cargo del hotel y de las comidas. Asimismo, también tiene que compensar económicamente las horas de su estancia, dado que ese tiempo invertido por el empleado está fuera de su horario y de su centro habitual de trabajo.

¿Cuándo hay que pagar dietas laborales?

Es obligatorio que tu empresa pague dietas laborales a los empleados siempre y cuando se hayan desplazado de su puesto de trabajo. La forma de abonarlas puede acordarse directamente con el trabajador, de manera que se le puede pedir que adelante el dinero o puede ser el departamento administrativo de la empresa el que se encargue de las gestiones (reserva de hotel, alquiler de coche, vuelo etc).

El importe de las dietas laborales debe estar correctamente reflejado en las nóminas cada mes.

¿Qué tipos de dietas laborales hay?

Básicamente, hay dos tipos de dietas laborales: las denominadas dietas (las que se cobran por las comidas) y los gastos de kilometraje. Esto incluye el combustible, las facturas de los taxis o VTC, los bonos de transporte público, los billetes de avión, autobús o tren y el mantenimiento del vehículo.

Además, es importante que sepas que estas dietas cuentan con exención a la hora de pagar el IRPF siempre y cuando sean inferiores a los 53 euros al día dentro del territorio nacional o a los 91 euros si hablamos del extranjero.

Es conveniente que tu empresa tenga las cantidades de las dietas bien fijadas para evitar errores que pueden suponer un trastorno. Asimismo, debes informar debidamente a tus empleados de todas estas cuestiones.

Tener clara la definición de dietas laborales es vital pues, aunque pueda parecer una obviedad, estar correctamente informado sobre estos asuntos te permitirá hacer tu trabajo del mejor modo posible y comunicar sus derechos a los trabajadores de tu plantilla como se merecen. Solo así lograrás la transparencia.