Hace unos años el concepto de desmotivación laboral nos haría pensar únicamente en los trabajadores. Hoy en día, es un aspecto que preocupa tanto a las empresas como a sus empleados.

Las compañías son conscientes del efecto negativo que tiene en la productividad contar con una plantilla desmotivada. Los signos de esta falta de motivación (más cansancio, peor carácter con los compañeros, bajo rendimiento…) no siempre son detectables a corto plazo, pero es evidente que afectará a la productividad individual y colectiva. Por este motivo las entidades se han propuesto cuidar tanto el talento como las emociones que le rodean.

Según diversos estudios realizados, 7 de cada 10 trabajadores se muestran descontentos con su situación. Las razones no sólo giran sobre la remuneración salarial, aunque ésta es una de las principales causas.


Causas y soluciones de la desmotivación laboral

Estas son las 4 principales causas de la desmotivación laboral de los trabajadores y las posibles soluciones:

1. Logros que pasan desapercibidos  
Alcanzar un objetivo no siempre es suficiente motivación, en ocasiones debe acompañarse de una felicitación o compensación añadida. Casi 1 de cada 5 empleados sienten que sus buenos resultados no son valorados. Las empresas deben apreciar el trabajo de su plantilla mirándolo con perspectiva. Es decir, para solventar este problema y recompensarles podrán actuar sobre múltiples condiciones laborales: mayor comunicación, poder de decisión, flexibilidad en el horario, remuneración, facilidades de transporte y/o comida, etc.

2. Mal clima laboral
El ambiente laboral no sólo lo conforman los propios trabajadores, también el espacio de trabajo ha cobrado una importancia vital. Las emociones se contagian, por lo que crear entornos positivos y un ambiente distendido repercutirá positivamente generando mejores resultados.

3. Desajuste entre las perspectivas y la realidad
Otro gran grupo de empleados desmotivados lo achacan a una falta de desafíos laborales. Por culpa de la crisis, muchas empresas han tenido que reestructurarse. Muchos empleados han tenido que asumir tareas de diferentes rangos o se han visto superados por competencias antes desconocidas (multitasking, nuevas tecnologías, comunicación, etc.). En muchas ocasiones son los propios profesionales los que tienen en su mano revertir una situación negativa. Una actitud proactiva y una predisposición abierta mejorará el ánimo con el que se acude al puesto de trabajo.

4. Otras limitaciones comunicativas
Uno de cada diez empleados ve limitadas sus posibilidades de ascenso, mientras que un 5% se siente incapacitado para aportar nuevas ideas. Muchas soluciones pasan por mejorar y facilitar la comunicación interna. Las empresas del futuro avanzan hacia jerarquías más horizontales donde todas las opiniones cuentan para sumar. Hay que evolucionar los canales comunicativos verticales, porque frustran y limitan las expectativas de los trabajadores. Además, los líderes tienen que tener empatía y transmitir motivación entre sus compañeros. Deben ser los primeros en asumir los fracasos y compartir los éxitos.

La desmotivación laboral ataca directamente al talento que posee nuestra empresa. Aunque cada situación es diferente, la comunicación interna y la valoración correcta de nuestros trabajadores son bases para erradicar este problema.