Estudiar un posgrado es, en los tiempos que corren, casi una necesidad. El mercado laboral es más competitivo que nunca y exige profesionales con una amplia formación y unas habilidades concretas. «Para una gran mayoría de los responsables de selección de las empresas españolas, estar en posesión de un programa de posgrado se ha convertido en un requisito necesario, aunque no siempre sea suficiente a la hora de presentar un curriculum para acceder a un buen empleo», dice Jesús López Zaballos, director gerente de la Escuela de Formación de la Fundación de Estudios Financieros (FEF) y Vicepresidente de EFFAS.
Por eso, las escuelas de negocio han empezado a ir mas allá. Se han adaptado rápidamente a estas exigencias y, además, ofrecen a sus alumnos valiosas herramientas para acceder con éxito al mercado laboral. Convenios de prácticas con empresas, seminarios, tutores, programas de coaching, cursos para mejorar el curriculum… la oferta es amplísima. ¿El objetivo? Que sus alumnos empiecen con buen pie en el mercado laboral. Como dicen desde el Centro de Estudios Económicos y Comerciales (CECO), «el éxito de cualquier programa de formación no solo radica en su capacidad de aportar conocimiento y elevar la cualificación de sus alumnos, sino también, y muy especialmente en la actual coyuntura económica, en su capacidad de ofrecer oportunidades profesionales a los mismos».
La formación de posgrado está de moda. «Con un 40% de jovenes en paro, la formación es una forma de salir del desempleo», observa Miguel Sánchez Galindo, director de formación de la Escuela de Organización Industrial (EOI). Esta institución ha tenido en 2010 el mayor número de alumnos de su historia, con un incremento del 20% con respecto al año anterior. «La crisis no nos ha afectado, como a otros sectores», anade Sánchez Galindo.
En general, la empleabilidad de los alumnos de una escuela de negocios suele ser bastante elevada. En el Centro de Estudios Garrigues, por ejemplo, presumen de que sus alumnos tienen un índice de colocación a los tres meses de finalizar el programa superior al 95%. Es la misma cifra que ofrece la Escuela de Organización Industrial (EOI): después de los meses de prácticas, practicamente todos sus alumnos encuentran trabajo.
Empleo de calidad
Pero una cifra de empleo elevada entre el alumnado no lo es todo. El empleo tiene que estar a la altura. «El verdadero test de eficacia de un programa es el índice de colocación, pero que sea una colocación de calidad», opina Ángel Bizcarrondo, director del Centro de Estudios Garrigues. De la misma opinión es Fernando Tomé, director de IEDE: «La empleabilidad es un término peligroso. No se trata solo de encontrar un puesto de trabajo, se trata de que sea adecuado. Nosotros apostamos por la empleabilidad a medio y largo plazo».
¿Qué herramientas utilizan las escuelas de negocio para acercar a sus alumnos al mercado laboral? Muchas han incluido en sus programas asignaturas encaminadas a ese objetivo. El Colegio Universitario de Estudios Financieros (CUNEF), por ejemplo, ofrece el programa Pasaporte a tu Futuro, en colaboración con la firma Seeliger y Conde. Durante los cuatro módulos del programa, los alumnos aprenden a realizar correctamente el curriculum, a explorar el mercado laboral, a como afrontar un proceso de selección y a conocerse a si mismos.
La gran mayoría de las escuelas de negocios también cuenta con bolsa de trabajo, una herramienta muy útil para el alumno. ESERP ofrece, además de ofertas de empleo, estrategias y canales para la búsqueda de un puesto de trabajo, ayudando al alumno en el desarrollo del curriculum y de la carta de presentación o que estrategia seguir durante una entrevista. Pero también ofrece asesoramiento en el desarrollo de la carrera profesional, información estadística de empleo, información sobre las empresas de ámbito nacional e internacional y cómo mantener y fidelizar un empleo.
La Escuela de Finanzas Aplicadas (Afi) pone a disposición de los alumnos, como primera experiencia laboral, un servicio de carreras profesionales y la posibilidad de realizar prácticas remuneradas durante el año lectivo. Para ello se dispone de convenios de colaboración financieras y no financieras. Pero, además, tienen suscritos acuerdos de becas con diversas entidades y los alumnos pueden realizar prácticas en las empresas becantes, de tal modo que los alumnos becados adquieren experiencia profesional.
El Instituto de Posgrado CEU también imparte un conjunto de materias enfocadas a la integración y gestión de específicos dentro de cada programa para la elaboración del curriculum de los alumnos recién graduados, así como la preparación para las entrevistas y otras pruebas de selección. Pero aun va más allá: en el caso concreto de los profesionales con experiencia, en los programas executive, se introduce disciplinas de «personal branding», con el objetivo de crear una marca o imagen personal.
Pero la formación y las prácticas no lo son todo. Cada vez más, las empresas exigen profesionales capaces de trabajar en equipo, flexibles, orientados a resultados… y el desarrollo de esas habilidades se ha implantado con fuerza en las escuelas de negocios. En CESMA, por ejemplo, los alumnos no solo realizan prácticas en empresas y ofrecen masters enfocados a simular situaciones reales del mundo empresarial o talleres específicos de elaboración de curriculum, sino que también preparan a los alumnos «en el desarrollo de habilidades personales, trabajando aspectos como la automotivación, el autoconocimiento, la empatía y las relaciones sociales, herramientas necesarias para la incorporación al mercado laboral», señala Francisco Ubierna, director académico de CESMA.
Pero en las escuelas de negocios también hay lugar para el autoempleo y el emprendimiento. Por ejemplo, el Centro de Estudios Financieros (CEF) acaba de poner en marcha la iniciativa «EmprendeACEF!», una oficina de asesoramiento gratuito al emprendedor puesta en marcha por la Asociación de Antiguos Alumnos del Centro. La herramienta esta coordinada por José Luis Casero, empresario y antiguo director de Madrid Emprende, la Agencia de Desarrollo Económico dependiente del Ayuntamiento de Madrid, y cuenta con el apoyo de empresarios y profesionales de acreditada experiencia.
Y es que parece que cada vez son más los alumnos decididos a emprender. «Muchos de nuestros alumnos vienen en un principio a reforzar su perfil, pero una vez que entran, conciben el emprendimiento como una posibilidad», dice Fernando Tomé, director de IEDE . La escuela de negocios cuenta con unas jornadas de emprendimiento en las que participan emprendedores de éxito e instituciones.
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