En el entorno de las startup de menos de una década de trayectoria, es frecuente encontrar que el proceso de reclutamiento se basa en coherencia en valores o en forma de trabajar. Contar con perfiles afines en el desarrollo empresarial es un activo, pero no puede suponer la razón para descartarlos. En este sentido, el cultural fit es un criterio a tener en cuenta con ventajas y desventajas que puedes leer aquí.

¿Qué es el cultural fit?

El proceso de selección que culmina con la contratación evalúa el perfil por sus competencias y habilidades, pero además tiene que atender a su cultural fit, es decir, al modo en que encaja en esa organización en particular. Contratar a un nuevo trabajador que no encaje con la cultura tiene un impacto negativo a corto y largo plazo que conviene evitar.

Lo primero, primerísimo, que tienes que tener claro es cuáles son los rasgos de tu cultura empresarial. De no ser así, el proceso de selección podría devenir subjetivo, sesgado y poco transparente. El match entre candidatura y empresa se corresponde con la mayor coincidencia entre esas características, las propias y las buscadas. El cultural fit o ajuste cultural es “cosa de dos”.

Y aunque parezca obvio, no está de más recordar que los que primero tienen que llevar incorporada la cultura empresarial son el personal del departamento de recursos humanos, es decir, quienes ejecutan el reclutamiento. De esta manera, también unificas el criterio y mejoras el employer branding.

¿Qué es el cultural fit en las empresas?

Ventajas y errores de esta selección

El principal error parte de la desventaja con la que se encuentran las candidaturas que no comparten el estilo y los valores de la cultura de la organización. Las empresas son conscientes de que no deben caer en estos prejuicios si quieren construir los mejores equipos posibles.

En la decisión final, tradicionalmente te encuentras con 4 opciones en la evaluación de la candidatura, cruzando su experiencia y formación, con su coherencia con los valores y la misión de la empresa:

  • Encaja con el rendimiento esperado y muestra cultural fit. Listo, ¡contratado! Ganarás en tiempo y costes en la adaptación.
  • Ni una ni otra: fácil también, descartado.
  • Cumple con los requisitos de experiencia y formación, pero no se ajusta a la cultura de la organización. En muchos casos se suele contratar a un perfil así. Y este se diagnostica como otro de los errores relacionados con el cultural fit. Si no encaja en los primeros días, difícilmente lo hará después, convirtiéndose en un elemento tóxico con impacto negativo en el equipo.
  • No cumple con el rendimiento esperado, pero está perfectamente alineado con la cultura de la compañía. Apostar por este perfil, siempre que sea posible la formación, con upskilling o reskilling, es ir en la dirección adecuada. Habrás contratado a un empleado motivado, agradecido por la oportunidad y con mayor energía y compromiso para trabajar duro por la consecución de los objetivos de la empresa.

Por último, señalar que no siempre tienes el tiempo adecuado para afinar en el cultural fit en la selección, especialmente si se trata de una startup que ha visto incrementada su plantilla de manera significativa en poco tiempo. Sin embargo, recuerda que el impacto negativo en la contratación de perfiles que no cumplan el cultural fit puede dañar el triángulo de hierro y, por tanto, la calidad del proyecto o la consecución de los objetivos estratégicos.